Me dirijo a ustedes para denunciar la forma en que está establecido el proceso selectivo de oposición e interinidades al cuerpo de maestros en la Comunidad de Extremadura. Soy un maestro más sin trabajo que para acceder a un puesto público en la docencia extremeña (prácticamente única salida para este colectivo) he tenido que presentarme a la oposición este año obteniendo una calificación superior al 9, merecido por un gran esfuerzo cosechado tras dos largos años de estudio. Además soy licenciado en Ciencias del Deporte y he realizado varios cursos para obtener una mayor puntuación, ya que en este proceso se valoran; años de experiencia trabajados, nota de oposición, otras carreras y cursos entre otros. El problema de este gran proceso está, en que lo menos valorado es la nota obtenida en la oposición y donde verdaderamente se demuestra tanto la capacidad como los conocimientos docentes de cada uno, valorados por los propios maestros que actualmente ejercen en la enseñanza pública.

¿Qué valor tiene rellenar el bloque de cursos basados en preguntas acompañadas de sus propias respuestas, donde parece ser que lo más importante es abonar el importe del curso?

Por otra parte, estoy de acuerdo en que sean valorados y beneficiados aquellos que han realizado una sucesión de interinidades, pero ¿hasta qué punto deben también beneficiarse por encima de aquellos con más capacidad y conocimientos demostrados?, si lo que quiere la Consejería de Educación es, dicho claramente "quitárselos de encima", que les concedan plazas directamente a estos interinos sin necesidad de hacer un paripé llamado concurso de oposición que hace perder un valioso tiempo y esfuerzo a los demás. Y por consiguiente ¿qué posibilidades tenemos de adquirir una interinidad aquellos que la puntuación máxima en el bloque de oposición ya la tenemos al obtener una nota sobresaliente, pero al igual la tienen aquellos que han obtenido notas muy por debajo de este sobresaliente? ¿Cuál es el mérito? ¿Qué más hay que hacer para obtener una plaza o una interinidad?

Con este artículo pretendo demostrar la incompetencia de las administraciones para solucionar un problema en el que los más valorados en los exámenes de la oposición son los que se llevan la peor parte. También realizar un llamamiento a todos los que estén en mi situación para exigir a éstas un cambio radical de modelo, ya que el actual no nos lleva a ninguna parte, así, como pedir una sucesión de los cargos para aquellos que han demostrado no estar a la altura de las circunstancias, puesto que a los demás nos exigen algo imposible .

pDESPEDIDA

nJaime Díaz Breña,alcalde ejemplar N

***A. Sánchez-Marín y M. Muñoz

***Madrid

mEs deber de todo buen gestor de la cosa pública, de cualquier alcalde de cualquier pueblo, valorar a aquellos hombres o mujeres que se hayan distinguido en su vida por algo a favor de los demás o en cualquier otra faceta de la vida, y velar porque sus cualidades humanas y profesionales se mantengan en la memoria de sus vecinos, ofreciéndoles como ejemplos de vida, y así inspirar un alto ideal de conducta que sirva para la mejora de la existencia de los pueblos.

Así lo entendió el que fue alcalde de Barrado hasta esta legislatura, Jaime Díaz Breña, que dio una lección magnífica de dignidad, al consagrar la memoria de los tres vecinos de su pueblo, Casimiro Sánchez Núñez, Severiano Núñez García y Eloy Muñoz Prieto, que sufrieron el martirio de los fascistas por defender comprometidamente sus ideales de justicia social, igualdad y pluralidad.

Para el reconocimiento de su dignidad, de su reparación moral, y sacarles del olvido criminal en que han estado sumidos tantos años, les ha dedicado el ayuntamiento por él presidido un monolito en una de las plazas del pueblo, con el riesgo de que su compromiso con esta incuestionable verdad no fuera comprendido por quienes aún se consideran herederos de la victoria franquista.

No hay reconciliación posible sin un reconocimiento de esta realidad tan trágica, y todo ha de hacerse desde la básica idea de reparación de aquella injusticia, sin rencor, sin odios.

Jaime, si esa actuación tuya te ha costado algún voto que te privara de la alcaldía, siéntete orgulloso, pues la bajeza moral de quien así malévolamente actúa te enaltece más, y en la consideración mía y de muchos otros se engrandeció tu categoría moral. Sé lo que sufriste cuando aviesa y vengativamente quitaron la placa de Severiano, pues ello podría perjudicar la buena imagen de tu pueblo, pero tu laudable actuación pudo restañar esta herida abierta por quienes indeseablemente así actuaron y que tanto daño moral ocasionó a sus familiares. Por cierto, no son vecinos del pueblo.