Murieron perdonando

Entre la cúpula de Miguel Angel y las columnas de Bernini --testigos mudos de granito-- ha resonado el clamor, sereno y vibrante, a la vez, de 50.000 peregrinos que viajaron a Roma para la ceremonia de beatificación de 498 mártires, que dieron su vida, perdonando , que mostraron su fe en grado heroico y que, en su humilde poquedad, pero con insobornable gallardía, pregonaron sus principios cristianos. Unos testigos que dieron, callando, el grito más formidable que se puede escuchar y el ejemplo más valioso que se puede dar, en cualquier tiempo y lugar. Y, por supuesto, un ejemplo que no está contaminado de la menor brizna de aroma político, porque, en esta ocasión, al papa Pío XI, que reprobó en su día la represión contra la Iglesia española, con su encíclica, de 1937, Dilectisima nobis , le ha sucedido Benedicto XVI, que ha puesto bálsamo y mansedumbre, aleccionando a todos a seguir el ejemplo de los mártires, auténticos adalides de "misericordia, reconciliación y convivencia pacífica".

Unos testigos que demostraron ante el mundo el aserto del apologista Tertuliano, del s. II, afirmando que "la "sangre de los cristianos es semilla eficaz" (Apologético, 50,13), ante las persecuciones de Nerón, Diocleciano y demás emperadores romanos. No hay otros mensajes, ni subliminales objetivos de ir contra nadie, ni intentos de resucitar desquites, sino poner en valor el supremo testimonio de la sangre vertida por amor al Maestro. De ahí las palabras de ese frágil anciano, de pelo blanco que, con voz apacible, hablaba de paz y perdón, desde la ventana del palacio apostólico. Por lo tanto no hay "memoria selectiva", ni memoria interesada en provocar a nadie, ni se intenta "reabrir heridas", según el mentís del obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez; sólo el deseo de vivenciar la "verdadera identidad de los cristianos", en palabras del cardenal Saraiva. Así lo entendieron dos personajes relevantes del Gobierno actual de España, hincando sus rodillas, en la plaza del Vaticano, cuando el incienso impregnaba a cada uno de los peregrinos y flotaba en el aire la única divisa posible: "Vivir amando y morir perdonando".

*Manuel Vaz-Romero Nieto (Cáceres)

Qué bonita está la Estación de Arroyo-Malpartida

Quiero felicitar a todos los representantes de la barriada por las buenas gestiones que están realizando con el ayuntamiento y con Renfe, los cuales están quedando la estación preciosa, con sus acerados jardines, etcétera. Eso es lo que quisiéramos el ayuntamiento, que ni se acuerda que existimos y eso que pusieron a parir a los del PP, no se acuerdan ni de venir a nombrar a su representante al cual se le puedan dar las quejas o necesidades de la barriada y al mismo tiempo darle la más cordial felicitación a Patrimonio pues la idea que ha tenido ha sido espléndida echan o desalojan una vivienda y en vez de alquilarla, que hay muchas peticiones, prefieren tapiar, esta medida no sé si será acertada pero efectiva es. Están poniendo la Estación que da una desidia verla que duelen los ojos hasta mirar para dichas viviendas.

*Manolo Martín Montero (Correo electrónico)

Imposible callar

Somos un grupo de vecinos del barrio Aldea Moret. Leemos muchas veces, en EL PERIODICO EXTREMADURA con crispación y asombro cómo la presidenta de la Asociación de vecinos Santa Bárbara se está riendo de nosotros, ¿qué política sigue esta vecina, que publica todo aquello que ya esta pedido, publicado, reivindicado, con quien decide todo esto?, porque muchos vecinos le hemos pedido que convoque una asamblea general por las buenas y no nos hace ni caso, que nos informe de lo que hace, una asociación es de todos los vecinos y en el momento que no están presentes los vecinos no vale de nada. ¿Cómo funciona esta señora en el interior, y cómo se presenta como presidenta si no hay socio?

Ante todo esto y mucho más no podemos callar, pedir justicia ayuda ante esta corrupción institucional, basta ya de mantener unas estructuras que no nos valen a los vecinos para nada. Les rogamos a la prensa que nos atiendan y publiquen esta situación.

*Javi Moreno y 3 firmas más (Cáceres)