La alcaldesa de Jerezhace historia

Desde tiempos inmemoriales han pasado pueblos y gentes por nuestra noble y hermosa ciudad que han escrito su historia. Fenicios, romanos, visigodos, árabes y especialmente los templarios han dejado su legado de manera muy diversa en esta tierra.

En cuanto a la política, es indudable que la historia reciente de Jerez de los Caballeros está ligada a los socialistas, quienes tras sus 28 años de gestión al frente del gobierno municipal han conseguido convertir aquel pobre y olvidado pueblo en una ciudad referente en Extremadura con enorme proyección de futuro.

Tras las pasadas elecciones municipales, en la que los socialistas volvieron a ser el partido más votado, la alcaldía cambia de manos y recae, gracias a un oscuro y sórdido pacto entre PP e IPEX, en Francisca Rosa, cabeza de lista popular. Y desde que llegó esta señora se ha propuesto formar parte de la historia de Jerez, aunque sea en las páginas más negras de la misma: tiene y tendrá para siempre el dudoso honor de ser la primera persona al frente de la alcaldía jerezana en expulsar a un edil de la oposición de su escaño (no banquillo, señora Rosa) para lo que requirió la ayuda de las fuerzas de orden público, cuya presencia en ese pleno era casualmente más numerosa que de costumbre.

¿Habrá habido motivos para un hecho así en 28 años de gobierno socialista? Pues seguramente muchos, y especialmente graves en la pasada legislatura, cuando la señora Rosa era la portavoz del PP en la oposición. Sin embargo siempre se impuso la cordura y el talante. A ella le han bastado 8 meses para expulsar a la portavoz socialista, Margarita Pérez, y de esa manera silenciar a la oposición en pleno y a los jerezanos allí representados, probablemente para que el pueblo no conociera ciertos temas y actuaciones nada claros del equipo de gobierno.

No pasará esta legislatura a la historia por el talante de sus gobernantes, ni por la transparencia de sus actuaciones ni mucho menos por los logros conseguidos para Jerez, pero sí por ser la primera en que a casi 3.000 jerezanos se les retiró la palabra en el consistorio municipal por parte de un gobierno formado por la derecha más rancia e intransigente y unos independientes, más dependientes que nunca, que deberían explicarle a sus votantes a qué están jugando. Enhorabuena, ediles de PP e IPEX.

*Manuel Carbonero Caraballo (Jerez de los Caballeros)

Obispos en política

Quiero expresar mi repulsa al lamentable espectáculo que han dado los obispos pidiendo tácitamente el voto para el PP.

No es de recibo que los encargados de difundir el mensaje de Jesucristo se dediquen a orientar el sentido del voto de los ciudadanos. Entre muchas otras razones, es una traición a todo el que acude a la Iglesia buscando paz, armonía, meditación, perdón, aliento, etcétera, puesto que parece que vas a ver un partido de fútbol y lo que encuentras dentro del estadio es una corrida de toros, vamos, ¡algo totalmente distinto de lo que esperas!

Afortunadamente la gente no somos tan tontos como parecemos; afortunadamente la Iglesia no son sólo los obispos de derechas metidos de lleno en política y anhelando la cercanía al poder de otros tiempos. La Iglesia son los misioneros, los párrocos que desarrollan su labor en los más recónditos lugares, la gente que ayuda al prójimo al igual que hace más de 2000 años lo hizo Jesucristo --un Jesucristo que era muy de izquierdas y que ayudó a todo el que pudo--. Intentemos todos (los obispos también) construir un mundo más habitable sin engañar a los ciudadanos para que cuando vayan a un estadio de fútbol, no se encuentren una corrida de toros.

Para practicar la política están los partidos políticos y no las iglesias, si esto no se respeta corremos el riesgo de radicalizar la religión y cerrar las puertas de la Iglesia a muchas personas que necesitan la fe para caminar en sus vidas.

Que no olviden los obispos, ni los líderes políticos que los ciudadanos no tenemos ni un pelo de tontos y que cada uno con nuestro voto libre y secreto sabremos examinar a nuestros gobernantes sin la ayuda de la Conferencia Episcopal.

*Javier Rodríguez Salgado (Cáceres)

Sobre la tala de árbolescamino de La Montaña

El domingo 27 se publicó en este periódico una carta de don Miguel López, concejal de Infraestructuras del ayuntamiento. Respondía en ella a mi protesta por la tala de árboles en la subida de La Montaña.

Ante todo, agradezco al señor López su amabilidad y sus explicaciones, que son muy razonables. Sin embargo, creo que los criterios que expone se han aplicado en este caso con alguna ligereza.

No soy botánico y no sé si los árboles talados (unos doce o quince) eran acacias, mimosas, séforas, etcétera. Sí que sé que no eran todos exactamente iguales, y que hay árboles similares (y más viejos) por toda la ciudad: en Cánovas, Virgen de la Montaña, Virgen de Guadalupe, etcétera. Es posible que alguno fuera muy viejo o no estuviera en perfecto estado, pero me parece muy poco probable que todos estuvieran en las mismas condiciones.

Creo que se podría haber afinado más y podar o talar o acondicionar sólo los que lo requiriesen (como se hace en Cánovas, etcétera). Al fin y al cabo, los árboles más hermosos son los más viejos.

Un ayuntamiento progresista debería suponer una mejora también en los asuntos medioambientales. Creo que el trabajo de la sección de Parques y Jardines en algunas partes de la ciudad es muy bueno. Me gustaría poder decir lo mismo de la ciudad entera.

El señor López cita la cifra de 25.000 árboles en el casco urbano. Tocamos a menos de un árbol por cada tres habitantes; me pregunto cuál es la cifra de coches, o de farolas. Para acabar, me permito sugerir que se aumente ese número y que se repongan los árboles que por uno u otro motivo hayan desaparecido.

*Manuel Sanz Ledesma (Cáceres)