Cartas al director

Cuando Vara dice que no considera a Floriano como un interlocutor válido para discutir en el Parlamento regional las cosas de Extremadura, tiene toda la razón, porque el presidente del Partido Popular ha decidido irse al Congreso de los Diputados en Madrid y, por tanto, dedicarse a los asuntos nacionales más que a los regionales extremeños, por voluntad propia. Esto es, ha sido una opción personal y estaba en todo su derecho.

La postura de Fernández Vara es del todo razonable, de un sentido común apabullante. Imaginemos qué papelón haría el presidente de la Junta ofreciendo propuestas y acuerdos en temas importantes para Extremadura, durante un debate del Estado de la Región, sin que le pueda contestar para aceptar o rechazar, el líder del PP en la región, porque no está presente y para saber su opinión hay que llamarlo a Madrid a ver qué dice, si sí o si no. ¿No parece ridículo? ¿Es que parece normal que en cualquier asunto o debate que se trate en la Asamblea de Extremadura, donde reside la soberanía del pueblo extremeño, intervenga el líder del grupo gobernante, o sea, Vara, y no puede intervenir el líder del grupo de la oposición, o sea Floriano, porque no está? Sinceramente creo que con la marcha del líder del PP de Extremadura a Madrid, se ha producido una situación extraña, anómala. Pero así se decidió. Supongo que conscientemente. Otras veces también se ha hecho, de modo que no hay que rasgarse las vestiduras. Yo he oído a gente del PP que no están de acuerdo con esta decisión adoptada. Pero... a lo hecho pecho.

¿Se imaginan qué situación se produciría en el Congreso de los Diputados de Madrid, si a una intervención de Zapatero, líder del PSOE y del del Gobierno sobre Presupuestos, lucha antiterrorista, Estatuto de Cataluña, debate del Estado de la Nación, defensa de leyes como la de homosexualidad, la de igualdad o la de dependencia, etcétera, no pudiera intervenir o rebatirle Rajoy, que es líder del PP y de la Oposición, porque se hubiera presentando a las elecciones europeas y, por tanto, estaría en el Parlamento europeo? ¿Sería el interlocutor válido? ¿Sería normal? Por favor, seamos sensatos y utilicemos el sentido común.

*José M. Soriano Llamazares (Badajoz)

No soy un pelele

Mi protesta se debe a que estoy un poco cansada de que se me tome como un pelele. Soy católica y practicante aunque no comparta la opinión que sobre la familia o sobre política tengan otras personas de la Iglesia católica. Eso sí, considero que tienen todo el derecho a opinar de una determinada forma y a decirlo puesto que en nuestro país existe, gracias a Dios, la libertad de expresión, y que sus opiniones son tan respetables como las de cualquier español sea o no creyente.

Por otro lado también tengo una tendencia política socialista, pero no por serlo considero que tenga que ser atea y renegar de mi fe católica y de mis prácticas religiosas para votar al partido socialista, como parece que quieren dar a entender algunos importantes jefes de dicho partido.

Por lo tanto, pido tanto a los unos como a los otros, que piensen que las personas somos seres racionales con capacidad de tomar decisiones por nosotros mismos, sin que nadie tenga que decirnos qué es lo que tenemos que hacer o dejar de hacer con respecto a determinadas cuestiones tanto políticas como religiosas.

*M. del Rosario Villar Laberti

Madres salvadoras

Me dijo mi paciente --"¡quiero morirme, no soporto la situación con mi hijo!"

¡Muérete, pero estando en vida, ¡me explico... deja de una vez que tu hijo se valga por sí mismo! Tanto querer salvarlo y se ahogan. Hay amores que matan.

Hijos drogadictos, malos estudiantes por madres o esposas salvadoras .

Quieren seguir dando el chupete al niño para que no llore y al final la salida es desear la muerte. ¡Si quieres salvar a tu hijo o a tu marido sálvate primero a ti misma! Ahora la veo contenta, de paseo, de baile y su hijo nadando él solito al ver nadar a su madre.

*Antonio Floriano Corbacho (Cáceres)