Sociedad polarizada

Pedro Serrano Martínez

Resulta triste y patético ver a la sociedad española dividida y enfrentada en dos bandos irreconciliables. Nuestra sociedad está peligrosamente dividida y polarizada; y esta realidad nos está volviendo intransigentes y desconfiados. Gastamos demasiada energía en odiar y menospreciar al contrario y poca en solucionar las cosas que realmente nos debería importar.

El debate político actual es mediocre y pueril. Y parece más propio de adolescentes inmaduros peleándose por nimiedades que de personas adultas, responsables y serias. Así las cosas, gane quien gane los próximos comicios, todo indica que la sociedad seguirá peligrosamente polarizada poniendo en grave riesgo la convivencia.

En este sentido, no deberíamos pasar por alto las conclusiones de los estudiosos de los fenómenos sociales, en las que advierten de los peligros de la polarización social que, por motivos ideológicos, religiosos, nacionalismos, etcétera, podrían desencadenar graves conflictos sociales. Y, no deja de sorprender y preocupar que, esta polarización, según los expertos, resulte más nociva y peligrosa para la convivencia que las grandes e injustas desigualdades sociales.

Cuando los frutales florecen en el campo

El pasado día 21, jueves, nuestro padre sufrió una crisis cardiaca en pleno centro de Mérida. Quiso el destino que su ángel de la guarda apareciera en forma de médico e insuflara un aliento de vida a su cuerpo yermo. Ese vecino anónimo (ya no tanto, gracias infinitas, Pedro) se tiró literalmente al suelo y se batió el cobre sin cejar, manteniendo un hálito de vida hasta que llegaron las asistencias del 112, lo estabilizaron y trasladaron al hospital. Luego de cinco días de pelea, su corazón no aguantó. Aún sintiendo el dolor profundo de su pérdida, no podemos por menos que agradecer el esfuerzo de las asistencias del 112 por mantenerlo entre nosotros hasta dejarlo en el hospital. A todo el personal de la UCI del hospital de Mérida: Cariñosos, comprometidos, profesionales. Estamos tranquilos y orgullosos por contar con un servicio así. A la Policía Local y Nacional por el denodado esfuerzo por conseguir que la ambulancia llegara a su destino, y por intentar mantener el orden en una situación así. Por supuesto a todos los que, a lo largo de estos días, nos han mostrado su cariño y apoyo. Vivió y disfrutó intensamente. Murió como quería, sin sufrir, cuando los frutales florecen en el campo.Familia Valdés Marín

Hay que denunciar

A ti, mujer maltratada, porque no te quiero ver en los titulares de mañana, te digo, desde mi experiencia, que aunque sigas creyendo firmemente que esta es la última vez que él te insulta, que te zarandea, que te tumba y te pega, tengas por seguro que no estás en una realidad, sino en una ilusión que le permite a él seguir teniéndote a su merced y arremeter contra ti con mayor brutalidad en cada episodio. Ese "te quiero y te voy querer siempre" no es sino tu condena, quizá tu sentencia, si no actúas en tu favor y el de tus hijos, porque ellos también están en el mismo barco.

Quizá no percibas ese peligro, quizá tu anulación llega al punto de pensar que no van a creer en ti; que ya no te quedan fuerzas, que no sabes por dónde empezar. Denuncia, pide ayuda a tu familia, amigos, a los servicios sociales a tu médico y consigue una orden de alejamiento; pero, por lo que más quieras, aléjate de él. Tanto como puedas.

Recoge tus documentos más importantes, haz las maletas y marcha lejos. Salva lo que queda de ti ahora. Vale la pena luchar por ti, lo lograrás, y algún día podrás percibir que la vida vale la pena.

I.M.