La casa de la palabra

A lo largo de la historia todas las sociedades que nos han precedido han tenido el mismo fondo, aunque bien es cierto que las formas se han ido refinando con el paso del tiempo, se ha pasado del sometimiento por la fuerza de las armas al convencimiento por la fuerza de las ideas y las palabras, lástima que las ideas sean tan escasas y las palabras no sirvan más que para que nuestros políticos se dirijan a los ciudadanos con mentiras, con negaciones y con falta de credibilidad en sus expresiones, y algunos con historias líricas que rozan la estupidez y un ñoñismo que hace que al escucharlas te sonrojes como una colegiala. Estos políticos deberían de tener más en cuenta que al dirigirse a los ciudadanos a través de los poderosos medios con los que cuentan, deberían ser más creíbles y más humildes ya que la ciudadanía tiene un fino olfato que los hace huir de las demagogias electoreras como almas que se lleva el diablo. León Tolstoi, en una de sus muchas reflexiones, dijo que el que no sonríe miente, lo que me lleva a la irrefutable conclusión de que todos nos mienten como bellacos. Sería, pues, deseable que todos ellos juntos con algunos miembros de la cúpula eclesial practicasen el saludable ejercicio de la meditación, a la vez que estuviesen una larga temporada en las llamadas casas de la palabra que existen en el país de Togo y no salir de ellas hasta encontrar soluciones para la ciudadanía sobre la cual ejercen un poder desmesurado.

Juan Barrera Jerónimo

Mi primera experiencia como opositor

Había oído opiniones y críticas de las oposiciones a la Junta de Extremadura pero nunca había vivido esta experiencia, así que me embarqué en ello (sentirlo en mis propias carnes). Poco a poco fueron apareciendo sorpresa tras sorpresa en mi andadura como opositor. Vi cuántos miles de jóvenes se habían preparado con ilusión. Vi cómo los habían tenido entretenidos durante uno o dos año, aproximadamente, entre academia y examen y examen.

Vi que para oposiciones de camarero, limpiador, peón, etcétera, con un sueldo previsto de 900 euros aproximadamente al mes (pobreurista ) se presentaban alrededor de 45.000 jóvenes. Pregunté a muchos opositores si para ser camarero, limpiador, peón, etcétera, había que pasar por esto en Extremadura.

Respuesta: "Es lo único que hay, y una vez que entras no tienes que trabajar". ¡Dios mío!, exclamé ¿entonces a qué estamos opositando, a un puesto de trabajo o a una pensión vitalicia?

Señores gobernantes vean en esta experiencia la cruda realidad de Extremadura y en época de elecciones no digan que Extremadura va bien, que no hay paro, que se crean nuevas empresas; cuando la inmensa mayoría de los extremeños la única empresa que conocemos es el Inem y la Junta de Extremadura.

Sigfredo Barbero Carril

Sanidad de calidad

Recientemente, un familiar estuvo ingresado en el hospital Infanta Cristina de Badajoz con pronóstico muy grave durante cinco días. Dado que nos habíamos desplazado desde Calella, el hospital nos informó de la existencia de la Residencia de Familiares Doctor Martín Caballero Gómez. Quiero agradecer a la Junta de Extremadura la genial idea que tuvo al construir esa residencia, ya que, al pasar por momentos tan complicados, supuso una gran ayuda porque pudimos pernoctar cerca del hospital. La estancia, además de tener todas las comodidades básicas, es gratuita. Que tomen nota los grandes hospitales del resto de España.

Marie-the Radaelli

Homilías breves

El Vaticano recomienda que los sacerdotes reduzcan las homilías a diez minutos para evitar el aburrimiento. También censura a los párrocos que, micrófono en mano, convierten la misa en un espectáculo litúrgicamente incorrecto. La misa es el acto más sagrado que hay, y los ministros de Jesús deben estar a la altura de lo que celebran.María D. Bravo