SANIDAD

Trato indigno enurgencias

Vicente Rojo Carrasco

Cáceres

El sábado 7 de agosto me presenté en el servicio de urgencias del Hospital San Pedro de Alcántara donde tuve que esperar más de 6 horas para que me atendieran. Me realizaron un chequeo completo y me dieron el alta, pero cuando les dije que avisaran a la hematóloga, ya que padezco trombofilia del tipo 3, se negaron a avisarla y cuando pedí las hojas de reclamaciones se enfadaron y se negaron a quitarme la vía y llamaron a la policía nacional. Se presentaron por lo menos 6 agentes, como si yo fuera un delincuente. Los agentes del cuerpo de policía me tomaron los datos y después me dieron la razón.

Salí de allí muy enfadado por el trato recibido. No me cambiaron la medicación que me hacía falta para el dolor y la enfermedad sanguínea ya mencionada por lo que entre el disgusto y la falta de medicación adecuada por otra enfermedad mental, de la que me estoy recuperando, no pude dormir en toda la noche. Al día siguiente fui a visitar al médico de cabecera y me suspendió la beniparina porque me sentaba muy mal y en el informe de urgencias del Hospital San Pedro de Alcántara decía que tenía que seguir con el tratamiento de beniparina habiéndole dicho que no me sentaba bien. Por lo que sé, a eso se llama mala praxis, y según el juramento hipocrático de los supuestos profesionales de la medicina te deben atender correctamente, tratar la enfermedad lo mejor que sepan, que yo creo que no tienen ni idea, por eso pedí que me atendiera la especialista, y porque se negaron pedi reclamar. Lo cual no hice, pues rompí dicha reclamación después de saber que en al menos dos meses no me contestarían... A mí me hubiera bastado con una disculpa pero no sólo no lo hicieron sino que llamaron a la policía como si yo les hubiese amenazado o insultado. Es por esto que doy esta queja, para que esto no vuelve a sucederme ni a mí ni a nadie.

ASCENSOS

¡Viva la conciliaciónfamiliar con el Ejército!

María González

Mientras la mayoría de los españoles luchan diariamente por un ascenso laboral, mejor posición y mejor sueldo, los militares y sus familias sufrimos la llegada del temido ascenso, muy temido porque en la mayoría de los casos supone el traslado a otro lugar, una nueva ciudad donde empezar una nueva vida. Cambio que no sólo supone alejarte de los tuyos (familia, amigos, etc.), sino que también implica tener que decidir si continuar viviendo con mi marido o abandonar un trabajo, como es mi caso y el de muchas mujeres de militares.

Con el ascenso e inevitable traslado no sólo hemos sufrido emocional y anímicamente, sino que también ha afectado bastante a la economía familiar. Nuestro lugar de residencia durante 15 años ha sido una ciudad de Andalucía. Allí han nacido mis hijos, está el resto de mi familia y tenía mi trabajo. Después del ascenso de mi marido, hemos pasado más de ocho meses de incertidumbre deseando que saliesen en esta ciudad vacantes, pero al final, no ha podido ser y, de la noche a la mañana, le comunican que es destinado "forzoso" nada menos que a las Islas Canarias y que dispone de veinte días para incorporarse a su nuevo destino.

No solo ha sido difícil desprendernos de familia y amigos sino que he tenido que abandonar mi trabajo, como ya he comentado antes, para poder seguir junto a mi marido..

Señora Ministra ¡Viva la conciliación familiar en el ejército! Muchas gracias por arruinar nuestras vidas y la de nuestros hijos. Esta no es solo mi historia, sino la de cientos de militares y de sus familias que diariamente sufren lo mismo con los ascensos de sus maridos.

PENAS CARCELARIAS

¿Dónde está la justicia?!

Juan Díaz

Un insensato más digno de ingresar en un manicomio que de otra cosa , es atrapado por un radar de la DGT a 280Kmts/h en una recta de una autopista desierta, y puede ser condenado a penas de cárcel, hasta dos años tengo entendido. Una alimaña, que no otro nombre merece, asesina a 25 inocentes y cada muerto le sale a menos de un año de cárcel.¿Dónde está la Justicia?. Por cierto la alimaña se declara insolvente para no indemnizar a las víctimas, pero se compra un piso cerca de los deudos de sus asesinados .¿Qué pasará si en un momento de enajenación mental transitoria, dicha alimaña es asesinada, por el deudo de una de sus víctimas? ¿No sería más prudente retirar dicha alimaña de la circulación mediante una pena de cadena perpetua?

COMUNICACION

Fe de errores

Debido a un error informático, la columna de opinión de la contraportada de ayer, de Francisco Rodríguez Criado, salió repetida por lo que rogamos disculpas a todos nuestros lectores.