REFLEXION

La sinfonía deuna guerra

Carlos Ramírez Martínez

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Muchas composiciones de la música clásica inspiraron a muchos personajes como Napoleón, Hitler, Lenin a la conquista del mundo.

La inspiración nace en el conflicto y en el momento en el que el pueblo se rebela. Los primeros acordes son bombas como sonido de un trombón sordo, el estridente sonido de las balas como la dulce melodía de un clarinete y cada llanto de dolor recogido en unas manos ensangrentadas como el llanto de un saxofón. Esta es la sinfonía de la guerra librada en Georgia y el posterior establecimiento del orden por Rusia (a su libre albedrío). El gran imperio comunista (Rusia) acalla la voz de muchos, extraña paradoja ya que éstos llegaron al poder en base a la revolución. Una revolución basada principalmente porque la desconfianza pública ya existente hacia el régimen se profundizó por la corrupción y la traición.

SANIDAD

Contra el alzhéimer

Antonio Lozano Herrera

Correo electrónico

Leo textualmente: "Una de cada diez personas mayores de 65 años padece la enfermedad de alzhéimer". ¡Se trata de una cifra alarmante, sobre la que conviene pararse para reflexionar!

Afortunadamente ya han dejado de ser simples locos, como hace no muchos años se les creía. En la actualidad son denominados "pacientes con demencia degenerativa". O lo que es igual, "enfermos de alzhéimer". Por eso, ¡cuidado! cuando decimos a nuestro padre o abuelo la típica y simpática frase de "estás chocheando", al observarlo que está ausente o sencillamente algo olvidadizo. Porque con esas inofensivas palabras, podemos estar escondiendo los inicios de tan grave dolencia.

A la falta de memoria le seguirán cambios bruscos en el estado de ánimo, desorientación, y problemas en el lenguaje.

Llegado a este punto, ya será tarde, pues esa persona que tenemos enfrente ha dejado de ser aquel padre alegre, optimista y dicharachero que conocíamos, para convertirse en un ser introvertido, agresivo, huraño y desconfiado, que no recuerda cómo se toma una cuchara, como se abotona una camisa, llegando a olvidar su propio nombre, y lo más triste, incapaz de reconocer a sus seres más queridos.

Exijamos a las administraciones que correspondan mayores recursos sociales y económicos para luchar contra esta maldita enfermedad, que tanto daño está causando a nuestros queridos mayores y, no hay que olvidarlo, a sus familiares que están en un sinvivir por la gran tensión que supone atenderlos como se merecen.

SOCIEDAD

¡Qué bello es vivir!

Javier Gómez Calvo

Correo electrónico

En estos días tan tristes, es cuando uno se da cuenta de lo bello que es vivir. La vida, la de usted, la mía, se puede disipar en un suspiro, como para andar desperdiciándola por ahí...

Parece ser que no está en nuestras manos decidir ni cuándo ni cómo terminará, pero sí la trayectoria que queremos seguir mientras tanto, con nuestras ideas mejores o peores, compartiéndolas y discutiéndolas con la palabra, y con el respeto como base de toda comunicación. Con risas, con llantos, intentando llevar los problemas de la mejor manera posible, apoyando a los tuyos y a los demás, aunque a veces no se lo merezcan. Una aventura que puede ser muy corta, pero que nunca debiera hacerse larga. Si no, fíjense en los niños víctimas de accidentes que tan apenas han tenido esta opción. A vivir, que son dos días, o más, quién sabe...

RELIGION

Cada cosa en su sitio

J. Luis Criado González

Cáceres

Reza un chascarrillo muy popular que dice: ¡un lugar para cada cosa, y una cosa para cada lugar! Desde hace unos días se viene hablando en Cáceres, como si fuera un tema de gran importancia, de que el crucifijo que preside los plenos del ayuntamiento debería ser retirado del sitio donde se encuentra.

La petición de retirada del símbolo religioso la ha formulado la Asociación Laica, la cual creo que, como cristiano y ciudadano de esta comunidad, (aunque tengo que confesarme nada practicante en lo que se refiere a los ritos religiosos, y sin embargo muy cercano a los problemas de los ciudadanos), no la veo desafortunada, pues opino que ningún símbolo religioso debería haber salido de los templos en ningún momento. Como tampoco debería presidir cualquier acto oficial, ya que tal vez, e haber sido así, parte de la historia de nuestra querida España se hubiera escrito con menos odio.

A nadie le tengo que recordar los cuatro siglos de historia y de intolerancia que sufrieron muchos de nuestros antepasados por el hecho de creer en otras religiones distintas a la católicas, y que están tan llenas de amor y paz como las de un fiel cristiano. ¿No creen?