Cartas al director

Quisiera enviar un mensaje a todas aquellas personas que tengan que renovar el carnet de identidad, para que se armen de valor cuando tengan que marcar el número de teléfono para solicitar la cita previa. No se trata más que de una retahíla de números que tienes que teclear, incluyendo los dígitos de tu DNI. Como me robaron el monedero, donde llevaba el documento, tuve que utilizar este servicio. Hasta siete veces me vi obligada a marcar el número, sin conseguir solventar el problema. En cada llamada me tiré entre 10 y 15 minutos, con el coste económico que ello supone y la pérdida de tiempo. Al serme imposible contactar, acudí directamente a la oficina del DNI de Cáceres, donde me comentaron que si por teléfono no podía fijar la cita previa, que lo hiciera por internet. Les contesté que no disponía de internet y me dijeron que el ordenador y el teléfono eran los das únicas vías posibles. Ante esa situación yo me pregunto: ¿no tiene la administración otro sistema para arbitrar todas estas peticiones? Me parece sinceramente vergonzoso.

*Guadalupe Canales (Cáceres)

El ruido de la limpieza

Trabajo en la parte antigua de Cáceres y soy un sufridor diario del ruido de los dichosos aparatos que utilizan todas las mañanas los señores de la limpieza. He observado, además, que no sirven para nada, solo para espantar la basura, pues van de un sitio a otro, hacen un montoncito y se queda ahí hasta que vuelve a esparcirse. Todos los compañeros de trabajo de cualquier organismo se quejan de lo mismo: del ruido. No sé cómo los vecinos no han dicho nada, habiéndose quejado de la silenciosas palomas.

*Juana Sánchez (Cáceres)

¿Qué pasa con el PSOE de Pinofranqueado?

Previamente a las elecciones municipales ciertos instigadores se encargaron de dividir la agrupación local y a los tradicionales votantes del pueblo. Resultado: pérdida de las elecciones y consiguiente paso a la oposición, tras cuatro mayorías absolutas consecutivas.

Normalmente sucede que durante las campañas electorales a algunos se les llena la boca de palabras. Luego la realidad se impone, coloca a cada cual en el lugar que le corresponde y de lo que dije ayer hoy no me acuerdo. Parece ser que los boletines informativos que iban a distribuirse entre la ciudadanía duermen el sueño de los justos en la oscura tranquilidad de un cajón olvidado. Circunstancias particulares del instigador le han llevado a no hacerlo. ¿Dónde queda el ímpetu esgrimido por los instigadores tras la derrota? ¿Cómo es posible que se haya evaporado de forma tan rauda y misteriosa la ardorosa oposición que prometía? No se entiende; no lo entiendo. Con perspectivas de futuro, resulta fundamental que el vecindario sepa con quién trata.

Mientras tanto, en destacado puesto de la dirección de la agrupación local el instigador, asesorado por instigador, sigue ordenando.

*José L. Sánchez Martín (Sauceda de Pinofranqueado)

Salvemos la ermita de San Vito

Hace años que vivo en Cáceres, me parece una linda ciudad, lindo es mi barrio El Refugio situado en medio de dos ermitas; una, San Blas, y otra la pobre y desgraciada ermita de San Vito.

Si digo desgraciada y pobre es porque cualquier día se derrumba y por eso escribo esta cara para dar una llamada de socorro a la gente que competa su restauración. Queremos que nuestra ciudad sea un ejemplo para el 2016, cierto?

El barrio sería más hermoso y por supuesto un peligro menos ara los niños que juegan a su alrededor ya que cualquier día se va a derrumbar, siento que se muere poco a poco. Salven a San Vito.

*Mayte Estèbanez de Celis

Custidia y justicia

Ante las distintas opiniones sobre la nueva ley del divorcio, hay que concienciar a los padres, a los psicólogos y a los jueces y abogados de la necesidad de adaptarnos a la realidad del siglo XXI. Después de las rupturas, se da por hecho que la custodia de los hijos corresponde a la madre, pero el reparto de papeles, los deberes y los derechos tienen que ser compartidos por igual por el hombre y por la mujer. Yo he vivido una separación matrimonial y he comprobado que los verdaderos afectados son los hijos. Gracias al acuerdo entre los padres, mis hijos disfrutan de una custodia compartida que ellos querían y exigían.

*J. Salinas (correo electrónico)