La Campiña perdióa su apóstol

Tanto amor a su Campiña, que como enamorada también de él, quiso que la despedida eterna fuese el 1 de abril, cuando ella se viste de galas como perpetua y bella doncella. Angel Rodrigo López, durante 37 años apóstol incansable de tan extensa como diseminada parcela que se le encomendó, dejó una obra inconmensurable y diseminada también, pero sin discriminar, que es lo difícil. Amigo ejemplar, atento siempre a necesidades y sembrador del amor en todo ese territorio, del que me dijo siempre con reiteración: "En La Campiña, amigo, se vive más cerca de Dios". Y tan así lo asimilaba que eligió para su descanso eterno el cementerio de Puerto Pino, donde reposar --me dijo otra vez-- es ya gloria de por sí. Guardo con cariño un poemario suyo, todavía inédito cumpliendo su ruego de silenciarlo mientras viviese; en esos poemas vierte su amor a la tierra que le acogió y a sus gentes. Nunca vimos tan lleno el caserío de El Pino como el día de su entierro. Allí estaba el pleno de la Campiña, por la que tanto hizo, y estaba con la solemnidad que supo inculcarle, allí lágrimas, cariño, elogios y respetuoso silencio. Don Angel y la Campiña, o La Campiña y don Angel, un dúo con raíces ya para el recuerdo.EUSTASIO LOPEZ. Valencia de AlcántaraInundacionesversus rotondas

En las últimas lluvias de los pasados meses, muchos vecinos de Mérida protestamos de diferente forma y por diferentes medios por las inundaciones de locales, cocheras, calles, etcétera. A estas críticas el equipo de gobierno respondió mandando a un funcionario de la limpieza que esgrimía en sus manos un cepillo de barrer y un recogedor.

Digo yo, señor Acedo y señores concejales, ¿no será que el problema sea algo mayor?; ¿puede que los albañales estén anegados de tierra y suciedad y sus rejillas tupidas y macizas de suciedad?; ¿no será quizá que los tubos de desagües son insuficientes? No me creo que ustedes no lo sepan, pero sí creo que piensan que los vecinos que padecemos este tremendo problema somos algo atolondrados y que pasamos por alto que los recursos que ustedes tenían que haber dedicado a solventar estos déficit lo están dedicando a obras menos importantes pero que les reportan un mayor lucimiento de carácter electoralista.

El pasado 27 de marzo, la tormenta inundó todo el centro, especialmente las calles Tirso de Molina, M. Guerrero y todas las que anteceden. En algunas se quitaron las rejillas y el agua brotaba de ellas. Más de un vecino vio con desesperación cómo le entraba el agua en su cochera por el sumidero y las rejillas de entrada. Le rogaría, señor alcalde, que cuando caigan cuatro gotas me mande al operario, pero sin cepillo; con un par de tapones basta.INOCENTE BURGOS GUILLEN. Mérida

Eleccionesmunicipales

Se está despertando entre la gente un sentimiento de rebeldía, de decirle a este Gobierno que no nos dejamos engañar más, que estamos hartos de su mala gestión, de la que tenemos clarísimos ejemplos: el enfrentamiento con la comunidad educativa, tanto universitaria como no universitaria, rectores incluidos; el nefasto e incompetente comportamiento en la catástrofe del Prestige ; o su incapacidad para mantener la economía y sostener la inflación en épocas de vacas flacas. También estamos hartos de que se ningunee al Parlamento gobernando a golpe de decretos aprobados a toda prisa y sin estar justificados por una urgente necesidad.

Pero el colmo ha sido la vergonzosa inclusión de España en una guerra contra la que está la mayoría de la población. Quizás ésta haya sido la gota que colma el vaso y la gente de este país nos hemos echado a la calle para protestar por semejante decisión, pero también subyace en las manifestaciones una protesta por todo lo demás.

Pues bien, como respuesta a esta expresión de libertad que son las manifestaciones, al señor presidente del Gobierno y a otros dirigentes del PP no se les ocurre otra cosa que insultar a los manifestantes e ignorar por completo sus peticiones.

Pero como decía al principio, se está produciendo un movimiento espontáneo de rechazo a la forma de hacer política de este Gobierno, que tendrá sin duda una respuesta contundente en las próximas elecciones.

No nos tome por tontos, señor Aznar; tomamos perfecta nota de todas sus ineptitudes y recuerde que en 1931 el Gobierno de derechas se vio obligado a dimitir tras encajar una inapelable derrota en las elecciones municipales.PEDRO JAVIER PEREZ MARIN. Mérida