Disculpaspor una denuncia

Ante una opinión vertida por mí, publicada en este mismo periódico el pasado 27 de mayo sobre la labor que se dispensaba a los ancianos en la Residencia Asistida de Cáceres por parte del personal de auxiliar de Enfermería, quiero aclarar que lo sucedido fue un hecho aislado, por algo que yo escuché y que, sacado de contexto, puede dar lugar a malas interpretaciones o generar alarma social, como así ha sido.

Aclarado el tema por mi parte en el mismo centro, se me comentó que lo ocurrido fue una forma de hablar y que en ningún momento se pretendía maltratar a ningún anciano, y que no es la tónica general de trabajo en dicho centro, puesto que el mismo es el primer interesado en que los residentes estén bien atendidos.

Con esto, quiero decir que no voy a negar que fui yo quien hizo esas declaraciones, y a lo hecho pecho. Pero en ningún momento pretendía ofender a las auxiliares de Enfermería, ni acusar a nadie con nombre y apellidos. Por otra parte, reconozco, porque lo he visto, que hay auxiliares muy agradables y competentes y que son queridos/as por los ancianos/as. También entiendo que su trabajo es muy duro y que requiere de mucha paciencia y cariño. Pido disculpas por haber generalizado una opinión.M. CRUZ ESCRIBANO. CáceresAgresión a unredactor gráfico

Ante la noticia "Un redactor gráfico resulta agredido mientras trabajaba", quisiera aclarar que Cruz Roja Española en Cáceres tiene encomendada, por el Ayuntamiento de Cáceres, el control del dispositivo de asistencia sanitaria y de emergencia en el recinto ferial durante los días 27 y 28 de mayo, desde las 19.00 horas hasta la 01.00 de la madrugada del día siguiente, y a partir de esas fechas, 29 de mayo desde las 17.00 horas hasta las 04.00 de la madrugada del día siguiente, y 30 y 31 de mayo desde las 17.00 horas hasta las 06.30 horas del siguiente día 1 de junio, y este mismo día, desde las 17.00 horas a la 01.00 de la madrugada del siguiente, por lo que a la hora y fecha de los hechos narrados por el Periódico la situación ya no se encontraba bajo su dispositivo de cobertura. No obstante, teniendo conocimiento de los hechos, Cruz Roja de Cáceres procedió al envío de una ambulancia tipo UVI al lugar, y los recursos humanos de la ambulancia, tras un reconocimiento, obraron en consecuencia y de conformidad con los protocolos de actuación normalizados: no revestía gravedad, como así se reconoce en el propio artículo de prensa, por lo que fue remitido al hospital San Pedro de Alcántara para recibir tratamiento y reconocimiento médico de mayor profundidad.VICENTE BLAZQUEZ MARTIN, secretarioprovincial de Cruz Roja. Cáceres

Plasenciay elecciones

Una vez pasadas las elecciones, se ha visto que José Luis Díaz llevaba razón. Victoria Domínguez no ha alcanzado buenos resultados, se diga lo que se diga. A pesar de los mensajes que se han lanzado desde PP y PSOE, de que el voto a Díaz era un voto inútil, el votante tiene su corazoncito, y ha entendido que no sólo cuenta la utilidad que tanto PP como PSOE interesadamente predican. También cuenta la dignidad y las formas éticas. El comportamiento de la señora Domínguez no ha parecido muy digno. Ha dado la impresión de que ha querido ir demasiado deprisa, saltando por encima de todos. Posiblemente si hubiera esperado a la siguiente legislatura, Díaz se hubiese ido, ella hubiese tenido vía libre y hubiera llegado a la alcaldía con dignidad y posiblemente con una mayoría holgada. Ahora lo tiene muy difícil, porque muchos placentinos siempre la van a recordar como una trepadora con pocos escrúpulos.

Está claro que a Díaz no se le ha perdonado que en su día se presentara como alternativa de Bernáldez en la provincia. Presentar alternativas en democracia debería ser normal y hasta conveniente, pero parece que en este caso fue demasiado atrevimiento. Esto dice muy poco a favor del talante democrático del señor Floriano y, sobre todo, del señor Bernáldez. A la vista de los resultados regionales deberían hacer alguna reflexión, siguiendo el mismo criterio que aplicaron a Díaz. A estos dos caballeros nunca les compraría un coche de segunda mano. A Díaz, sin embargo, sí, aunque le exigiera alguna garantía.EMILIO MARTIN CASTRO. Plasencia