No másmanipulación
La credibilidad es uno de los pocos patrimonios que tenemos los periodistas, junto con la honestidad, a la hora de enfocar nuestro trabajo. Pero ese patrimonio no es una graciosa concesión de nadie ni un añadido en el título de licenciado en Ciencias de la Información, sino una consideración que cada cual se va labrando diariamente con la única herramienta disponible: la independencia. Fuera de ese marco conciso y teórico las reglas del juego se pervierten, a veces con ánimo torticero, y se corre el peligro de caer en afinidades buscadas e interesadas que derivan en peligrosas montañas rusas.
Cada uno es muy libre de elegir su camino, pero el problema se plantea cuando una elección personal arrastra a un grupo de personas que no quieren subir a esa atracción de feria. Y en este punto estamos en el Centro Territorial de TVE en Extremadura.
Han sido muchos los que se han producido en los últimos meses en este centro territorial. La lista de agravios cometidas por el director sería prolija de detallar. La realidad que se repite continuamente es barrer para el Partido Popular en detrimento de nuestro marco regulador y los principios que lo definen.
Y la trampa es doble, porque sus decisiones y actuaciones nos atañe a todos los que con menos miras de hacer carrera nos conformamos con la recompensa de llevar diariamente a la sociedad extremeña los hechos más destacados de cada jornada, para que sea ella la que juzgue y valore como cada uno de sus individuos crea más oportuno. No debemos ser nosotros los que por acción u omisión tengamos que tratarla como un bebé. Los espectadores se merecen el respeto máximo de ser considerados inteligentes. Y los trabajadores del Centro Territorial de TVE en Extremadura al menos el respeto a un trabajo que durante más de 12 años han venido desarrollando escrupulosamente. ¡Que no nos mancillen nuestra credibilidad! ¡Basta ya de manipulación! ¡Nunca mais ! Por higiene democrática y dignidad profesional.LUIS ACOSTA MELLADO.Redactor del Centro Territorialde TVE en Extremadura
Llególa censura
Gracias a este diario, que es de los pocos que pueden leerse por su imparcialidad, por darme la oportunidad de expresar mis humildes opiniones. Expresar una idea u opinión es despertar en el lector el interés del día a día que le rodea, tanto en el acervo político como social. Es lógico que tanto el criticante como el criticado ansíen ser dueños de su doctrina, y en ocasiones el golpe suele ser mal encajado o interpretado; no es conveniente enojarse en estas circunstancias, las discrepancias siempre están patentes. Es lógico que al expresar las ideas nos desborde la pasión, tanto por las ideas como el apego a las personas que nos rodean, o todo lo contrario. Es lógico que intenten taconearte, plagiarte o neutralizar una opinión, de lo contrario la opinión no tendría sentido. Es lógico criticar al criticante o criticado, incluso sin conocerlo, imaginar que lo conoce.
Es lógico censurar al opinante, en mi caso duermo mejor, incluso cuando dudan de mi rúbrica, ya que me siento muy gratificado por despertar el interés del lector. El derecho a la libertad de expresión es algo innegable e innato en el ser humano. Aunque la biblioteca esté llena de ratones, jamás aprenderán a leer. Es lógico hacer el ridículo al expresarme, de hecho soy un alumno de mi ser, y sólo la lucidez del criticado criticante hará que mi pluma no pare. Qué bien voy a dormir. Mientras haya libertad de expresión, sólo callaré cuando san Pedro me pida cuentas; y seguiré siendo criticado por propios y ajenos. La verdad duele, pero la ignorancia es un virus que nos abre las puertas de la sinrazón e insidia humana. Por cierto, el PP de Sierra de Fuentes podría invitarse a una caña por el favor que le estamos haciendo los partidos de izquierda, dividirnos.JOSE MARIA HOLGADO GUERRA.Sierra de Fuentes
Aclaración
La carta Capillitas extremeños publicada ayer no se corresponde con el título original de su autor, que era únicamente Capillitas , ya que se refería a cuantos grupos existen en el mundo y no sólo a nuestra comunidad autónoma.
