No añadamospeligro a la N-521

Resulta que cualquier red de comunicación (ya sea viaria o ferroviaria) está sembrada de peligro. De todos es sabido la multitud de elementos negativos que conciernen. Pero si encima, lejos de interponer soluciones válidas, alimentamos aún más el peligro por parte de algunos descerebrados, ¡señores, estamos apagando el fuego con gasolina!

A las 19.50 del pasado lunes día 9, dirigiéndome a Cáceres desde Trujillo y a la altura del cruce de Sierra de Fuentes, me encontré con un rebaño de 300 vacas en la carretera.

La N-521, una de las arterias de comunicación regional más importantes, se vio afectada por el paso de este ganado. Por supuesto, no sólo me vi yo involucrado sino más de una docena de vehículos en ambos sentidos. La manada, secundada por tres pastores, llevaba una marcha, eso sí, tranquila, pero que duró unos minutos con el tráfico retenido. No estoy en contra del paso de animales de una finca a otra, que conste (por algún lado tendrán que pasar, como los viandantes). Lo que me da grima es que estas prácticas requieren un permiso especial y previo aviso a la Guardia Civil de Tráfico, y en el caso de su aceptación, deberían haber estado éstos esa tarde allí para su señalización.

Al no ocurrir nada, todo se quedó ahí, pero no he dejado pasar esta oportunidad por alto para pronunciarme en estas líneas. ¿Qué hubiera pasado si hay un choque en cadena? Desgraciadamente en España buscamos soluciones cuando ocurren los hechos y hay pérdidas irremediablemente recuperables. Pongamos medios y no remedios.DANIEL RODRIGUEZ MORENO. CáceresEl sufrimientode un perro

Cada hora, cada día, se demuestra que el ser humano apesta; nuestra forma de actuar asquea; el odio y la violencia llenan las páginas de los periódicos, los telediarios: guerras, intereses económicos, falta de ética...

En el día a día, tenemos un pequeño grano de esa montaña, una pequeña muestra de lo despreciables que podemos llegar a ser. Muestra de la ruindad, desprecio total a la lealtad, desprecio a la vida y al cariño recibido, es la del pasado lunes.

Un renault salió a toda prisa de la puerta de la Asociación Protectora de Animales de Cáceres, dejó tras de sí una estela de inmadurez y de egoísmo extremo, tirando a un pobre perro viejo por la verja, dejándole caer pese a su avanzada edad, sus cataratas, su dificultad para respirar...

¿Qué pasará por su cabeza? No hablo de los que huyeron, no dudo lo más mínimo que por la cabeza de sus anteriores dueños no pasa nada, hablo del perro. Sí, pienso en el dolor y el sufrimiento del perro. Echado en una oscura perrera, es probable que llore amargamente su abandono, porque no puede entender; gracias a Dios, no entienden todas nuestras acciones; si las entendieran, ya no querrían ser nuestros mejores amigos.

A todos aquéllos que abandonan a su animal por ignorancia, por pereza, por aburrimiento, por comodidad... no sé qué decirles; tampoco puedo desear el mal a nadie. Aunque ganas tengo.ISABEL M. ALCALA CALDERA. CáceresParece que el señor Trillo no convenció en el Congreso en su exposición con referencia al reciente accidente de los militares. Se hizo caso omiso a las preguntas reiteradas del mal estado en que se encontraban esos aviones, aunque ahora aleguen que nadie en Defensa sabía nada de esto, argumento éste que se contradice con una de las viudas que dice todo lo contrario, incluso dice tener pruebas de ello, y si esto es así, ¿qué es lo que van a hacer para evitar que salgan a la luz estas pruebas y los testimonios de estas personas que no están bajo la autoridad de ningún mando?La seguridad no radica sólo en coger al que roba, encarcelar al que mata o multar al que infringe una ley, sino en asegurar a las personas que su vida no corra ningún peligro, sobre todo cuando se ahorran gastos con la intención de llegar al déficit cero. ¿Cuántas personas tienen que morir en accidentes de aviones o de trenes por la desidia de quienes teniendo la responsabilidad no cumplen con ella y se quedan tan tranquilos?, ¿quiénes tienen que asumir las consecuencias de estos desgraciados accidentes?

ANTONIA MARQUEZ ANGUITA. Badajoz