Pobre

Constitución

Me sorprende la facilidad con la que algunos de nuestros políticos utilizan el término Constitución, el deje de superioridad e incluso de ironía que se vislumbra en muchos de ellos. Es una verdadera pena, pues corremos el riesgo de que pierda su significado: una norma unificadora de los españoles, no disgregadora, que parece que es para lo que sirve últimamente. Pero sin duda, lo más triste es que algunos de los políticos que la utilizan como arma arrojadiza contra todos los demás, votara no en su día, o incluso que cuando se trató de acabar verdaderamente con ella, el 23-F, no se disgustara demasiado. Aunque lo más triste de todo es la inflexibilidad que se le supone a nuestra Constitución, algo muy peligroso, pues como la experiencia está demostrando provoca muchos enfrentamientos. La Constitución, como toda norma, debe estar abierta a cambios, que no tienen por qué ser malos. Me refiero a los estatutos de autonomía. Algunos tienen ya más de 20 años y si el tiempo ha demostrado que se pueden hacer cambios para mejorarlos, es deber de todos hacerlo. Cambiar no es malo, incluso puede que algunos políticos del PP lo piensen. Lo que sucede es que en época electoral, revivir miedos del pasado es muy útil. Pues nada, volveremos a aquello de España una, grande y libre... y si es sin autonomías que se atrevan a pensar por sí solas, mejor.

ISABEL TORBELLINO HERRERA

Arroyomolinos

Asociación de Amasde Casa de Moctezuma

Quiero agradecer el haber estado una hora en el jardín del Edén; había jazmines y azucenas, amapolas, margaritas y violetas, naranjas y limones, rosales, lirios y hierbabuena. ¡Alucinante, asombroso, maravilloso! Eran un racimo, parecían girasoles en torno a la palabra, eran mujeres, sólo mujeres, jóvenes, de 30 a 80 años, y yo allí entre todas, entre tanta ama de casa, viudas, solteras, casadas. Y se habló de la depresión, de la poesía, de la vida, de la familia. Esas flores, estoy seguro, salvarán la barriada. Vaya asociación, vaya elegancia; me traje el perfume para mi casa y no me cansaré de repetir que vivan las amas de casa de Moctezuma y por supuesto de España entera.

ANTONIO FLORIANO. Cáceres

No malgastemosel dinero

Los que hemos tenido la fortuna de vivir día a día la evolución de Extremadura en el último medio siglo podemos valorar con todo rigor la extraordinaria y abismal diferencia de lo que era y lo que es, gracias al tesón y buen hacer de todo el pueblo extremeño, que se ha enfrentado y vencido muchos obstáculos y contratiempos, incluidas las deficientes batutas de algunos de sus directores, aunque este esfuerzo y entrega ha pasado desapercibido ante los ojos del resto de España, eclipsado por algunas extravagantes decisiones políticas y las polémicas declaraciones del señor Ibarra, que le han convertido en estrella principal, oscureciendo todo el entorno.

Muchas necesidades que sufre esta comunidad autónoma estarían cubiertas si los políticos de esta región fueran capaces de comprender que la austeridad es su principal obligación y hacer un gasto tan descomunal como pagar casi setecientos millones de las antiguas pesetas en un nuevo hemiciclo sin ser una necesidad perentoria, habiendo muchos miles de extremeños necesitados que les reparte comida el Banco de Alimentos, es una indecencia. Las personas que se quejan y protestan de que Extremadura sólo sale en los medios de comunicación nacional por cosas ajenas a importantes valores de sus gentes, podrían hacer un análisis de las causas que los motivan, y una reflexión, si gastarse tan enorme cantidad de dinero en un hemiciclo, y alardean de ser el más puntero y moderno de España no es uno de ellos, siendo públicamente conocida la valoración oficial o de la Caixa sobre los recursos autonómicos.

EMILIO PUIG PARCERISA

Badajoz

Aznar y el triunviratode las Azores

A más de 100 días del final (aparentemente) de la guerra de Irak ni hay más seguridad ni más orden en el país, ni ha disminuido la intensidad del terrorismo internacional, ni han aparecido los arsenales de armas de destrucción masiva de Sadam. Tanto George Bush como Tony Blair, dos de los protagonistas de la cumbre de las Azores, están pasando por la difícil situación de un verdadero suplicio, acosados por sus parlamentos, por la justicia, por los medios de comunicación y por una sociedad especialmente interesada en saber la verdad sobre las mentiras que sirvieron de excusa para la guerra.

Pero el eco de tal calvario no roza ni de costado al presidente Aznar, tercer triunviro de las Azores, que sueña tan plácidamente en sus praderas celestiales, contemplando los agobios de Bush y de Blair desde las alturas, sin inmutarse, a pesar de que los icebergs de las mentiras van surgiendo donde se pregonaban verdades incuestionables. El se considera por encima del bien y del mal, por encima de la ética democrática y no tiene por qué dar explicaciones a nadie, y menos a la oposición, a la ciudadanía o al Parlamento.

Que el caudillo Aznar, en la soberbia de su absolutismo presidencial, salte por encima de todo esto, como Pulgarcito con las botas de las siete leguas, y no pase nada, es reflejo de un retroceso democrático en las más altas instituciones del país y de un más que insensato desprecio por los valores democráticos desarrollados desde el año 75 para acá. Que se marche de rositas nombrando a dedo a su sucesor Rajoy y nos deje empantanados en cuestiones tan espinosas como la guerra de Irak, posiblemente sea la postura más cómoda. Luego, el que venga detrás, que apechugue con los desaguisados.

JOSE LUIS SANCHEZ MARTIN

Sauceda de Pinofranqueado

Así, yahora, no

Sabemos que la oposición política debe hacer eso, oposición, salvo en ocasiones en que se requiere unir esfuerzos ante alguna catástrofe.

Ya apagado el incendio que asoló La Campiña, Valencia de Alcántara y entorno, apareció el pasado día 21 una crítica en prensa hecha al alcalde valenciano por el concejal y portavoz del PP en el propio ayuntamiento que no debe tener más efecto que el boomerang y todo tipo de comentarios e interpretaciones.

Los valencianos que aún conservamos en nuestras retinas las imágenes del fuego e imágenes posteriores, agradecemos la actitud de varios alcaldes de la zona en la catástrofe sufrida, entre ellos el señor Acuña, que estuvo en todo momento o bien al teléfono demandando ayuda para lo que se avecinaba o bien con los voluntarios muy cerca de las llamas. Quien no vio esto es porque no estaba allí y por eso parece el menos indicado para criticar. Las lógicas diferencias políticas o de otro tipo, no son el momento oportuno ni las formas de darlas a conocer públicamente.

JUAN HERNANDEZ

Portugalete (Vizcaya)