Violenciade género

Otra más a la lista de mujeres asesinadas, otra más... y esta vez le tocó a la comunidad extremeña.

Pero, ¿hasta cuándo vamos a dejar de ser víctimas por el hecho de ser mujer, madre, esposa, compañera, pero ante todo y contra todo, mujeres? Mujeres trabajadoras y luchadoras que la sociedad masculina y sobre todo la justicia tendrán que reconocer que tenemos todos los derechos del mundo a vivir dignamente haciendo que se nos respete como personas.

No queremos caridad, queremos realidad y la realidad es, sobre todo, vivir dignamente. No podemos consentir que nos sigan pisoteando, y para eso hace falta que la justicia actúe con eficacia, rapidez y con contundencia, con mano firme, para que se acaben de una vez por todas los sufrimientos, que la mujer deje de ser asediada, torturada y maltratada psíquica y físicamente.

Por lo tanto, quisiéramos que esta mujer fuese la última víctima. El día 26 de octubre se enterró la última víctima, y que sea la última de verdad; y que la justicia sea dura para que la mujer deje de ser víctima y de una vez por todas sean reconocidos nuestros derechos, ante todo a ser mujer.ISIDRA MENDEZ SILVA. BadajozCitas para consultamédica en Mérida

El 16 de septiembre fui atendido en la consulta médica de Reumatología del hospital de Mérida. El doctor solicitó, con carácter urgente, unas pruebas analíticas, entre ellas un "mantoux" y radiografías de tórax y columna dorsal, para poder descartar una enfermedad infecto-contagiosa. Para las pruebas de rayos X me citan en 10 días y para la consulta médica, donde tienen que valorar dichas pruebas, en 5 meses, lo cual me parece una falta de rigor sobre el control de este tipo de enfermedades.

Por todo lo expuesto, quiero manifestar mi más enérgica protesta por la ineficacia y el nulo seguimiento que el SES hace sobre las enfermedades que afectan a la sociedad.MAXIMO FRAGOSO GARCIA. MéridaEn la muerte tampocosomos iguales

La víspera de la festividad de Todos los Santos, fecha en la que la mayoría tenemos por costumbre ir a visitar los camposantos, no hay agua en el cementerio viejo y nos dan bolsas de litro un camión de Seragua o Aqualia para limpiar los nichos. Parece que se rompió una tubería, porque están de obras en la barriada de Llera; de todas formas es un contratiempo y una casualidad que sea en estos días. Más tarde leo y observo las obras que se están llevando a cabo en el cementerio viejo y digo yo que esto no será mérito ninguno, que estaría bueno que no se llevase a cabo ninguna reparación habida cuenta de la situación en la que se encuentra el mismo. También, y de acuerdo con Defensa, se está ajardinando la zona de los militares muertos a causa de una epidemia, cosa razonable por otra parte, pero no dice nada de la fosa común, de ésa en la que posiblemente ningún ministerio se haga eco y la que por desgracia presenta un aspecto desolador, y más que nunca me acuerdo de mi abuela, que me decía: hija, a la hora de la muerte todos somos iguales. Estoy segura de que mi abuela hubiese rectificado al ver esto.ANTONIA MARQUEZ ANGUITA. BadajozDemocraciay abstención

Firma una carta el señor Tomás Carbonero en este periódico (29-10-2003) en la que una vez más se pretende dar una lección magistral del concepto democracia, a cuenta de las elecciones de Madrid. Y esa palabra tan manoseada no se demuestra sólo votando a los políticos, pues el sufragio es un derecho --ejercitable o no-- que espero y deseo nunca llegue a ser deber u obligación; por lo cual, no creo deba presuponerse que quienes votan en blanco o se abstienen no comulgan de los principios del que alguien dijo era el menos malo de los sistemas políticos. Y como he anticipado antes, demostremos que somos demócratas en el día a día y no un día cada cuatro años: ¿Quién soy yo para afirmar categóricamente que tú, por no haber votado no tienes derecho a "...quejarte, ni reclamar, ni levantar la voz..."? Pues mucho menos estaré legitimado para culparte de los males que aquejen a la sociedad, como he creído deducir de la última frase de la carta del señor Carbonero. Por cierto, ¿no tendrá algo que ver en el creciente desánimo del ciudadano a la hora de votar el cada vez mayor descrédito de la actual clase política en general.JAVIER BENAVIDES GIL. Cáceres