¿Mantenimientou obra nueva?

Los padres de alumnos del colegio público Luis de Morales de Badajoz llevamos tiempo luchando por unas instalaciones dignas (este colegio, en el Bronx, lo habrían cerrado ya).

Una inspección sanitaria recientemente aconseja el cierre del centro y tenemos su informe para mostrarlo a quien interese. Mientras todo se cae a pedazos, el ayuntamiento y Educación se pasan la pelota:

--El mantenimiento de las instalaciones corresponden al municipio, nosotros sólo nos hacemos cargo de obra nueva, dicen unos (que son del PSOE).

--Esto está tan mal, que hay que hacer nuevos servicios, vallado, techado..., y eso no es mantenimiento, no nos compete, dicen los otros (que son del PP).

¿Quién tiene competencias? Porque las incompetencias sí sé de quién son.

Por otro lado, la APA pide diez euros a cada familia para comprar entre todos una fotocopiadora para el centro (es nueva pero no es obra, ¡ah, se siente!).

Montones de ordenadores llevan un año almacenados porque no hay fondos para el cableado necesario para su puesta en marcha. La Junta cede los PC, pero de instalarlos se encarga cada colegio. ¿Esto es mantenimiento u obra nueva? ¿Este es el proyecto educativo que tanta fama nos ha dado?JOSE M. MENDEZ JEREZ. Badajoz¿Se abrirá eldebate ahora?

Ha llegado el momento de que la Iglesia jerárquica toma decisiones a veces que parecen fuera de contexto en el ámbito social actual. Y una de ellas es, sin duda, el tema de la negación de la comunión a los divorciados.

Si nos atenemos a la decisión canónica, doña Letizia Ortiz no podrá tomar la comunión el día de su boda. No hay divorcio canónico, esa figura no existe, y doña Letizia es una divorciada se mire por donde se mire. Por lo tanto, si a otros divorciados se les niega la comunión, a ella, por muy princesa que vaya a ser, también se le ha de negar la comunión en justicia y coherencia con la norma establecida.

La Iglesia jerárquica ha de aprovechar la oportunidad para abrir un debate necesario. Por muy desagradable que sea, la realidad de la existencia del divorcio como algo establecido en nuestra sociedad es innegable y no puede torcerse la vista ante ello. Negar la posibilidad del debate y de la reconciliación para esas personas supone una piedra en el camino. No parece muy lógico no permitir el encuentro con Jesús en la eucaristía por el hecho de ser divorciado. Aquella mujer samaritana del Evangelio fue atendida por Jesús, tuvo la eucaristía del encuentro a pesar de haber tenido cinco maridos. Y hoy no se permite a muchas personas tener esa posibilidad.

Creo en una Iglesia de raíz evangélica. Por eso no creo en una Iglesia que tome decisiones excluyentes, sino más bien integradoras. Una Iglesia que tenga por norma el amor y no el castigo. Por eso es necesario abrir puertas y suscitar debates sobre temas candentes. Y, sin duda, esta realidad de los divorciados es uno de ellos.M. BLANCO FERNANDEZ. Plasencia

El auge de lospartidos nacionalistas

Del resultado de las elecciones autonómicas celebradas en Cataluña se pueden hacer varios análisis y extraer diferentes lecturas, si bien hay una evidente, que es el avance del nacionalismo más extremista. Que Esquerra Republicana haya duplicado el número de votos y de escaños obtenidos en las elecciones de 1999 en detrimento de otros dos partidos de corte también nacionalistas, como son CiU y PSC, es un signo de la radicalización de los nacionalismos periféricos como contraposición del nacionalismo centralista que practica el PP.

Porque para el PP y su presidente, todos los que no compartimos sus tesis sobre España y su política somos tachados de antipatriotas , lo que unido a la utilización y apropiamiento que han hecho de sus símbolos, no es de extrañar que muchas personas no se sientan identificados con ésta, su nación. Llama la atención que la situación actual que estamos viviendo sea muy parecida a la que se vivió a finales del siglo XIX y principios del XX. El declive que sufrió España como nación motivado por el desastre de 1898, conllevó el mayor auge nacionalista habido hasta entonces en España; fue aquel año cuando Sabino Arana ganó el primer escaño nacionalista.

Hechos como éste y más recientemente la radicalización del PNV con su plan Ibarretxe tenían que haber servido al Gobierno y al PP para reflexionar si la política que está realizando es una política de Estado tendente a mantener la cohesión de España o, si por el contrario, es una política execrable que está fracturando la unidad de España emanada de nuestra Constitución.ANTONIO ELVIRO ARROYO. Brozas