¿Dónde estánlas marquesinas?

Hace más de un año, cuando se trataba la remodelación de la avenida Juan Carlos I de Mérida, se contemplaba la colocación de unas marquesinas en los puntos especificados de paradas de autobuses, pero no las pusieron. Desde la asociación de vecinos reclamamos en varias ocasiones y directamente a la concejala responsable de la barriada de La Antigua la colocación de aquéllas, junto a otras peticiones que hicimos sobre deficiencias en la barriada, pero vemos que tenemos que seguir sufriendo las inclemencias del tiempo mientras esperamos el autobús.

Desde la Asociación de Vecinos de La Antigua, exigimos al alcalde la colocación inmediata de las marquesinas en las paradas de autobuses; los ciudadanos no tienen por qué pasar malos momentos mientras esperan el autobús.

Una de las promesas realizadas por el alcalde fue el proyecto que se iba a desarrollar paralelo al de la avenida Juan Carlos I, el asfaltado de las calles Yucatán, Cuacos de Yuste, Circo Romano, promesa incumplida; lo que están haciendo es un parcheo de baches; otra de las promesas fue la señalización vertical y horizontal en la zona de Las Sindicales, promesa incumplida; no hay nada de nada.

Creemos que el alcalde debe una explicación de lo prometido y no cumplido en la barriada de La Antigua, pero sin salirse del contexto.JUNTA DIRECTIVA DE LA AAVVNTRA. SRA. DE LA ANTIGUA. Mérida

Carta a los curasVicente y Pablo

Queridos amigos: no tengo el gusto de conocer a Vicente Granado, aunque sí a Pablo Galán, antiguo alumno del Norba. Es formidable el aire fresco que rezuman vuestras cartas, que nacen del contacto con la vida real y de la reflexión pastoral. Pero estamos en una etapa de involución, que se dice ahora. Pero, ¿por qué esta situación? Simplificando mucho, porque se tiene miedo.

Miedo es "temor o recelo que alguien tiene de que suceda lo contrario a lo que desea". (Enciclopedia Larousse). Hoy sigue habiendo miedo en la Iglesia ante las distintas situaciones o conflictos naturales que surgen en la vida dinámica del cuerpo eclesial (los muertos no crean conflictos).

Parece que hay miedo a buscar nuevos caminos de actualizar y hacer presente la fe en el mundo de hoy. Hay miedo a buscar la disolución de la identidad propia de la fe cristiana. Todo tiene que estar marcado y asegurado previamente desde arriba.

Hacen falta palabras y acciones proféticas, superando angustias y miedos, reinterpretando la fe, siempre en fidelidad a las palabras u hechos de Jesús y al hombre de hoy y, precisamente por esa fidelidad, empujar a toda la Iglesia, a partir de comunidades concretas y en continuo diálogo, a un mayor testimonio de libertad, de disponibilidad interior, de compromiso y de búsqueda por los caminos que el Espíritu guíe a través de los cristianos (obispos, teólogos, fieles...) que quieren escuchar su voz, seguir las huellas del viviente y hacer presente su proyecto de reino de verdad, libertad, justicia, amor, perdón... en el mundo de hoy.

Este, me parece, podría ser el camino a seguir por la Iglesia en los tiempos actuales. Y este camino es el que debemos intentar vivir ya con "rebelde fidelidad" (Casaldáliga, El País Semanal, 19 octubre 2003) en las distintas comunidades cristianas.JULIAN DIAZ LUCIO. Cáceres

Cuando habíasolidaridad

Tengo 58 años, por lo que me siento aludido por el señor Martínez Mediero en su artículo "Solidaridad". Nací en Barcelona. Allí conocí, aprendí y me eduqué en la solidaridad. Inicié mi educación en los años 50, en los Escolapios de Nuestra Señora. Los Hermanos Maristas eran los rivales y los temidos por nosotros y a sus internados iban a parar los niños malos . Huérfanos de padre, con 5 y 3 años, mi hermano y yo, gracias a la solidaridad del resto de mi familia y a la ayuda de los Escolapios --mi hermano llegó a ingeniero industrial y yo, por mi poca cabeza, a bachiller superior--. Nunca nos llevaron a los campamentos de Falange, todo lo contrario, bajo la tutela del padre Xirinachs fui boy scout hasta los 15 años y más de una vez tuvimos que defender nuestras acampadas o trasladarnos, por causa de los guías y flechas de Falange.

La solidaridad con los demás y su lucha abierta por la democracia que nos inculcó le costó la lengua --físicamente hablando-- a nuestro tutor, mutilación que no le impidió llegar posteriormente a senador.

A mí nunca me obligaron a leer a José Antonio, leíamos a R. Kipling, y su libro de la jungla, aprendiendo a vivir y crear grupo haciendo piña, aprendiendo solidaridad y compañerismo, compartiendo y ayudando en barriadas humildes y en pantalones cortos.

Hoy en día sabemos más, conocemos más, hablamos más de solidaridad, pero en aquellos años los ancianos morían rodeados de sus familiares y hoy en día la llegada de los bomberos hace que nos enteremos de que el vecino del 4.º-C estaba muerto desde hacía dos meses y nadie le echaba de menos.CARLOS GUARDIOLA SALAFRANCA. CádizSOS por los animalesen Badajoz

El otro día recibí una carta en la que se pone de manifiesto la vergüenza pública que supone el estado de la perrera municipal de Badajoz. Pone los pelos de punta leerlo y no ya visitar tal lugar. ¿Dónde está la sensibilidad y dónde la civilización? ¿El mundo se ha vuelto loco?

Como pacense, me siento avergonzada de tal situación de dejadez y estado calamitoso de las instalaciones y, sobre todo, del tratamiento a que se someten a los perros (adultos y recién nacidos). Los animales --les recuerdo-- tienen hambre, frío, ven, oyen, sienten y padecen como cada uno de nosotros. ¡Esto es maltrato animal que no se conoce en muchos países de Europa!

A nadie se le obliga a tener un perro. Si lo quieres, tienes que ser responsable, pero cuando ocurren estas cosas, yo creo que hay que estar a la altura de las circunstancias y actuar para remediar la situación.ISABEL SANCHEZ. Badajoz

Salvar el embalsede Zafra

Informa la prensa que habrá una nueva siderúrgica, posiblemente en Zafra. Su promotor es el mismo que ha sido denunciado por los vecinos de Jerez de los Caballeros por vertidos tóxicos y el que ha conseguido crear en pocos años los sueldos más contaminados de toda la región (datos del Ministerio de Medio Ambiente).

Es normal, por tanto, la preocupación que sentimos muchos vecinos de Zafra por lo que el nuevo proyecto puede significar para nuestra calidad de vida y para nuestra salud. Nos oponemos a que nuestras aguas del embalse de La Albuera se envenenen con tóxicos, como ya ha ocurrido en Jerez. Nos oponemos a que nuestro aire se llene de humos tóxicos como sucede con el entorno de industrias idénticas. En fechas próximas nos jurarán que los controles que pondrán en la siderúrgica evitarán los daños. Lo mismo prometieron con la de Jerez. Con los precedentes que hay sería de ingenuos creérselo de nuevo.ASOCIACION PARA LA CONSERVACION YEL DESARROLLO DE LAS SIERRASDEL SUROESTE