HIPOTECAS

Afectados por el IRPH

Guillermo Moliner

El índice de referencia para préstamos hipotecarios (IRPH) ha sufrido un nuevo varapalo. Después de que el propio Banco de España advirtiera de su posible manipulación y de que el Parlamento Europeo lo declarara contrario a la Directiva 93/13/CEE, esta vez, tal y como ya ocurrió en julio del 2015 en el Parlamento de Cataluña, el pasado 4 de febrero, gracias a la ciudadanía organizada, el Parlamento Vasco aprobó una moción para anular dicho índice y resarcir los daños ocasionados por su aplicación. Todo ello ha derivado en una proposición no de ley que se deberá cumplir en su totalidad. Estamos contentos, sabemos que quizá no sea un paso definitivo, que tendremos que seguir peleando, pero también que acabará cayendo, que un índice calculado al antojo de las propias entidades financieras y abusivo de por sí no puede persistir en una sociedad concienciada con el abuso de la banca. El gesto ha sido amable por parte de algunos grupos parlamentarios, pero quizá sea insuficiente en un futuro debido al cambio de carácter e intereses partidistas que sufren ciertos grupos una vez alcanzadas las altas esferas. Con este acto hemos cogido más impulso pero sin retroceder un paso. Reclamamos algo que consideramos justo, unas cuotas asequibles y una banca transparente, así que, señores políticos, dejen de hacer oídos sordos y ejerzan su mandato en favor de la ciudadanía.

ASEGURADORAS

Mal servicio

Domiciano Sandoval

Cuando se contrata un seguro, uno lo hace convencido de que servirá para cubrir los accidentes o incidentes que pueda tener en su vida diaria, con el coche, la motocicleta, la vivienda, etcétera. Pero en ocasiones, eso que parece tan fácil, no lo es. Aquella frase de "contrata un seguro, pero mejor que no tengas que hacer uso de él" suele ser bastante cierta. El año pasado, a primeros de septiembre, mi vecino del piso superior originó algunos daños en mi vivienda debido a una fuga en su conducción de agua. Tras varios días (12 o 13) poniendo cubos, ya que él no quería cerrar su paso de agua general, su compañía de seguros le solucionó el escape. Pero a fecha de hoy, cuatro meses después, tanto su compañía, como la mía, aún no han solucionado los problemas de mi vivienda, tanto de pintura como de muebles estropeados. Eso sí, cuando llamas por teléfono siempre es a una línea 902, que les ayuda a aumentar los beneficios. ¿Sirve de algo contratar un seguro? ¿Tenemos los ciudadanos posibilidades de defendernos ante los abusos diarios de estas compañías?