LA SANIDAD

Mercantilizar lasalud dental

Pedro Serrano

Valladolid

Decía mi madre, acertadamente, que los dentistas son los únicos que comen con los dientes de los demás. Pero, recientemente, hemos sabido de algunos individuos que, metidos al negocio dental, no pretendían comer honradamente de su trabajo, sino enriquecerse, presuntamente, de forma delictiva mediante el fraude y a costa de la necesidad y salud de gente vulnerable.

Estas son las cosas que pasan cuando las autoridades políticas, y sanitarias en este caso, no controlan debidamente las actividades empresariales de especuladores amorales y sin escrúpulos. Esto es lo que pasa cuando se mercantiliza algo tan sagrado como la salud de las personas.

Nunca he entendido por qué los dientes no tienen la misma cobertura sanitaria que las otras partes del aparato digestivo, por poner un ejemplo. ¿Acaso nuestra dentadura no es una parte más de nuestro cuerpo como lo son las manos el corazón o el hígado? ¿Acaso la salud bucodental no es fundamental para gozar de una buena salud y calidad de vida?

Pues bien, para ilustrar su importancia, recordaré aquí las palabras que don Quijote dirige a Sancho después de haber sido apedreado por unos pastores y perdido varios dientes y muelas en dicho lance: "--¡Sin ventura yo! --dijo don Quijote--. Porque te hago saber, Sancho, que boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante".

EL PROGRAMA

Podemos y el referéndum

Diego Mas Mas

Madrid

Un partido está obligado, por supuesto, a cumplir con su programa, pero sólo si consigue gobernar en solitario. Si sólo gobierna como parte de una coalición, deberá priorizar la parte de su programa más importante para los derechos humanos, como sería hoy, en un país con más de 5 millones de parados, 12 millones de pobres, liquidar la reforma laboral y organizar una renta mínima.

Pero si Podemos prioriza, o incluso renuncia a ser parte del gobierno por poner como condición absoluta un referéndum independentista pedidos por una parte minoritaria de sus votantes, quedará claro que no es el partido "de los de abajo", sino que está al servicio de los nacionalismos, que --central o periféricos-- todos sabemos de qué casta son.