MERCADO LABORAL

La inutilidad de los portales de empleo

Sergio M. González

Granada

En un portal de empleo encuentras de todo, pero nunca pueden faltar las ofertas para comercial, ya sabéis, la venta a puerta fría de toda la vida. Hacen creer a unos pocos que es un trabajo competente y cualificado con palabras técnicas como asesor financiero o gestor comercial y las condiciones que ofrecen son un chiste, con enunciados como: "Altos incentivos. Fijo más variables por objetivos, de 1.500 a 1.800 euros al mes". Y no piden experiencia. Estos reclamos son totalmente falsos, el noventa por ciento de las veces ese fijo que prometen es irrisorio y solo accedes a él si superas un periodo de prueba que consiste en obtener un número de ventas inalcanzable salvo que vayas acosando a la gente por la calle para que contraten el servicio en cuestión.

Los portales de empleo son una fuente inagotable de anécdotas y chistes por su inutilidad, ya que en la mayoría de ocasiones sigues en el proceso de múltiples ofertas, aunque, curiosamente, nunca te llegan a llamar y acaba cerrándose el proceso de selección. Por no hablar del cuestionario previo de inscripción de algunas ofertas: "¿Qué te motiva a inscribirte en esta oferta? ¿Por qué estas interesado en ella? ¿Te ves animado para desempeñar tu trabajo?".

La respuesta sería: "Lo que me motiva en estos momentos de mi vida es no morirme de hambre y llegar a fin de mes y, obviamente, si no tengo trabajo tendré que estar interesado". Sobre la motivación para desempeñar el puesto: "Llevo un año sin trabajo y busco uno urgentemente, creo que la motivación no será un problema".

Otra cuestión que observo cada día en estos portales es por qué las empresas exigen tantos años de experiencia a un universitario o a cualquier otra persona formada y con estudios. ¿Cómo se supone que vamos a adquirir esa experiencia si finalizaste tus estudios hace un año, a lo sumo dos, pero te están pidiendo tres o cuatro años de experiencia para acceder a un puesto básico en esa empresa? Son aquellas cosas que nunca acabaré de entender.