EDUCACION

Estudiar y trabajar

Margarida Costabella

Barcelona

Paula no tiene nada fácil entrar en la universidad porque estudia y trabaja y, como ella, muchos otros. Desde mi experiencia siempre he creído que quien dedica su tiempo no laboral a cursar estudios superiores merece un alto reconocimiento. Este afán de superarse haciendo un sacrificio debería ser recompensado de la mejor manera. Son futuros profesionales que sostendrán el tejido del país con su doble y valioso esfuerzo. Tal vez con un bagaje que no tendrán otros estudiantes que no soportan semejante carga. Décadas atrás, la universidad ponía a disposición hasta tres turnos para cursar una carrera. Ahora, muchas veces solo hay clases por la mañana, te piden plena dedicación, con una idea no suficientemente evaluada de posible excelencia. No pienso en regalar notas, sí en premiar de alguna manera a los que se entregan a la lucha que supone trabajar y cursar estudios superiores, y más dentro del mismo ámbito de la carrera a la que se opta. Corremos el riesgo de perder sujetos sociales más que notables. A estos estudiantes-trabajadores, mi homenaje.

EMPLEO

Los datos del paro

Francisco Javier España

La Navata-Galapagar

Señora ministra en funciones de Empleo y Seguridad Social, le recuerdo que su habilidad para cocinar los datos del Inem no tapa ni de lejos una reforma laboral que no hace más que vaciar las arcas de la Seguridad Social, y ese dato solo es compatible con una alta tasa de empleos precarios y falsos autónomos que, como se sabe, es la receta neoliberal a la solución del paro; primer acto, a su vez, del verdadero drama al que todos vamos a asistir en breve: la reforma en profundidad de las pensiones, algo que ya se maneja en Bruselas.

ELECCIONES DEL 26-J

Falta de humanidad

Cristina Castro

Torrejón de Ardoz

En periodo de campaña electoral los ciudadanos somos los mejores y los políticos también. Es una época en la que, al parecer, todo va bien. Eso es lo interesante, la gran cantidad de mentiras que nos dicen. Y en esta del 2016 la política ha perdido su humanidad por completo. De repente, todos se han puesto de acuerdo para deteriorar la imagen de Podemos. Todos vieron en la crisis de Venezuela la oportunidad perfecta para mostrarse justos y misericordiosos, lo que sorprende, sobre todo después de haber rechazado hace solo unos meses a miles de refugiados que buscaban auxilio europeo. Pero claro, con ellos, los partidos políticos no ganarían votos. La peor clase de humanidad que puede mostrarse es la que se hace por conveniencia.