POLITICOS

Pinocho camaleónico

Juan Fernández Sánchez

Stuttgart (Alemania)

Salió de la nada apoyado por una prensa y medios de comunicación amarillistas, aunque algunos periódicos, sus directores y editorialistas pretendian, y siguen pretendiendo, venderse como "serios" e independientes, a la altura de The Times, Le Monde, Süddeutsche Zeitung y The New York Times, entre otros. Sus promesas de Alicia en el país de las maravillas, con lo de la pensión a los 60 años, la jornada laboral semanal de 35 horas, la pensión universal con café para todos sin haber cotizado un céntimo, el negarse a pagar deudas contraidas y prometer que utilizaria tropecientos millones de euros para el paro, no se sabe si caídos del cielo, fueron jaleadas y, peor aún, creidas por muchos. En su cénit propagandístico alzaba el puño en los mítines, diciendo un par de cosas pseudoestalinistas chavistas, acompañadas de un tic-tac amenazador, mientras, al parecer, a los periodistas y entrevistadores "floreros" les decia algo así como: "Si me preguntas lo que no quiero, no vuelvo". Pero, ya que su dialéctica no daba para más, insultaba a otros por su físico, llamándo "menina" a la vicepresidenta del Gobierno de entonces, olvidando su propia estatura, amén de su chepita incipiente. Cuando la gente empezó a no tragar, multiplicó su asistencia a las emisoras de radio y cadenas de televisión con cualquier motivo, fuera en programas deportivos o del corazón ilustrándonos sobre las causas del terrorismo y cómo él acabaria con la barbarie de los atentados, aunque algunos de sus acólitos no los condenen. Ahora el puño no está tan alto, se esconde de vez en cuando, regala libros, que resultan ser un tostón que se olvidan en Torrejón o en algún trastero, eso sí con dedicatorias conmovedoras con faltas de ortografía.

IGNORANCIA

Leer poesía o cazar pokemons

Agustín Arroyo Carro

Madrid

Desde que Giacomo de Lentini, poeta siciliano del siglo XVI, creó el soneto, ha habido muchos y buenos sonetistas que han elevado la poesía española a niveles excelsos. Boscán, Garcilaso de la Vega, Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Dionisio Ridruejo, Rosales, Lorca, Juan Ramón Jiménez, García Nieto, etcétera. En España ahora la técnica sonetística, su ritmo, cadencia y música se reduce, por desgracia, a la estúpida e insulsa moda de cazar pokemons en el móvil o en el ordenador. Este es el great brain level que alcanza con supremo esfuerzo este país ensoberbecido y autocomplaciente con sus muchos defectos y carencias. Entre efímeras y fútiles modas de encefalograma plano se mueve gran parte de una población acríticamente gregaria que se autoinmola y fustiga plácidamente en el altar del pensamiento débil OO, es decir, vacío y descafeinado.