RECOMENDACIONES

Médicos cansinos

Pepe Extremadura

Cantautor extremeño

Es tal el furor y la cruzada de los médicos que nos acechan, que van camino de convertirse en los verdaderos detentadores del poder, un poder mucho más eficaz y tiránico que todos los poderes conocidos. Es el regreso de los hechiceros de la tribu y sus conjuros, sin los cuales ni siquiera el gran jefe osaría mover un dedo. De ahí que incluso hasta la Organización Mundial de la Salud acaba de darse cuenta de que la ciudadanía está tan abrumada por los mensajes destinados a prevenir sus dolencias que es incapaz de asimilarlos.

Cada minuto de su vida en esta tierra recibe un consejo sanitario, un aviso, una recomendación o una prohibición inquietante en nombre de su bienestar físico. Sin olvidar a esa legión de hipocondríacos inducida, que deambula por consultas y centros de salud buscando la confirmación de un cáncer devastador o una terrible infección hepática.

No coma esto o lo otro, no fume, no beba, no mantenga relaciones sexuales promiscuas, no se levante de la cama con el pie izquierdo, haga gimnasia, no corra, vigile su tensión arterial, no coma sal, tiene que beber 2 litros de agua diarios, etcétera, etcétera.

Un médico cansino no nos deja en paz ni de noche ni de día. Para ellos es completamente normal que el ciudadano viva angustiado, interpretando cada inconveniente físico con el signo inequívoco de la destrucción, autoexaminándose histéricamente el encuentro del mal invencible.

Tiene razón la OMS al preocuparse por la saturación de mensajes sanitarios.

Ahora solo falta que se encargue, también de racionarlos antes de que resulten tan inútiles como los gritos del pastor anunciando que viene el lobo. Está bien que cuiden de nosotros, pero hay cariños que afixian.