WHwemos dejado de ser una excepción. El laboratorio de referencia confirmó ayer que el virus de la variante H5N1 de la gripe aviaria ha sido hallado en un ave silvestre muerta en Alava, y España se ha convertido en el decimocuarto país de la UE afectado por la enfermedad, circunscrita hasta ahora a los animales. No se trata de una buena noticia, pero tampoco debe representar ningún motivo de alarma. Tenía que suceder en un momento u otro y, por el lugar en que se ha detectado este primer caso, las posibilidades de transmisión de la enfermedad a aves de corral no son muchas, y de que infecte a humanos, prácticamente nulas.

La variante H5N1 del virus de la gripe es muy agresiva, como ha quedado demostrado en los pocos casos en que ha infectado a humanos, en países alejados del nuestro. Si en algún momento el virus llegara a adaptarse a nuestra especie es muy probable que causara una epidemia de graves consecuencias, pero ese momento no ha llegado y nadie puede predecir siquiera si llegará. Lo razonable ahora es no perder la calma, no modificar en absoluto los hábitos alimentarios y, eso sí, exigir a las administraciones que sigan alerta para aislar y erradicar cualquier foco que se produzca.