Los españoles castigaron ayer al PP y a Aznar en la doble convocatoria local y autonómica, pero menos de lo que preveían los sondeos previos. El PSOE de Zapatero fue la fuerza más votada en las municipales, recuperando la hegemonía perdida desde hace una década en ese terreno. Pero el PP aún manda en el número global de concejales y seguirá gobernando en más capitales de provincia que los socialistas. Madrid, centro de ese pulso, queda del lado de Gallardón y Ana Botella. El PNV fue nítido beneficiario de la descalificación electoral de los batasunas y tiene casi todos los municipios vascos en sus manos. Los socialistas, segunda fuerza en votos en Euskadi, están implícitamente invitados desde las urnas, junto con el PP, a intentar distender desde la oposición la crispada situación política en que vive la sociedad vasca.