La polémica surgida en torno a la dirección catalana del Equipo Primeros Pobladores de Extremadura y las excavaciones de Maltravieso y Santa Ana nos divierte. Algunos salvadores de la patria, como nuestro amigo José Ramón Bello, se olvidan de que todos los investigadores de este equipo nacimos en lugares como Mérida, Plasencia, Guareña, Valdetorres, La Morera y Hornachos. Eso sí, Carbonell y Canals cometieron el error de nacer catalanes, pero nadie es perfecto.

Además al señor Bello y algunos de sus amigos del equipo de técnicos de la Consejería de Cultura y Turismo, se les olvida que nos licenciamos en la Universidad de Extremadura (y eso que fuimos compañeros de clase José Ramón), y que nosotros, también trabajamos aquí desde hace una década. Nuestra formación como investigadores se ha realizado en la Universidad de Tarragona, donde se doctoró por ejemplo el actual director del Instituto de Arqueología de Mérida, pero también en otros centros como el Institut de Paléontologie Humaine (IPH, París), en el Centro Europeo de Investigaciones Prehistóricas de Tautavel, (Francia), el Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid.

Sin embargo, nos divierte mucho menos el trasfondo de todo esto. Aparte de los posicionamientos a favor y en contra del carácter universal de la ciencia, esta cortina de humo sobre pureza extremeña de Primeros Pobladores no deja ver el panorama real al que nos enfrentamos.

El gasto invertido por las instituciones extremeñas en la formación del personal investigador de este equipo en los últimos 5 años es igual a 0 euros. El número de tesinas leídas en el mismo periodo por los miembros del equipo es igual a 9. Los artículos científicos sobre el Paleolítico extremeño publicados durante todo el siglo XX por diferentes investigadores fueron una treintena. Los publicados por este equipo en los 9 años de su existencia son más de 20 (podrían ser muchos más si estos catalanes no se hubiesen empeñado en que la investigación la realizásemos nosotros mismos). Los restos de cultura material asociados al Paleolítico superior en Extremadura hasta el año 1999 eran 0. Los restos arqueológicos procedentes de las excavaciones de Primeros Pobladores, que ahora forman parte del patrimonio de la humanidad (catalanes incluidos) son miles.

Sin embargo, la Dirección General de Patrimonio ha decidido cerrar la Cueva de Maltravieso sin tener en cuenta ni tan siquiera la opinión de quienes tienen la responsabilidad científica de este proyecto, nosotros con Carbonell, Canals y Sauceda a la cabeza. Con el cierre de Maltravieso nuestras tesis doctorales e investigaciones, incluidas aquellas que versan sobre la conservación de las pinturas, quedan secuestradas por la soberbia de la administración sine die .

El equipo Primeros Pobladores de Extremadura está dirigido desde la Univesidad de Tarragona lo que es una garantía. Esto no gusta a todo el mundo y lo sabemos. La cuestión es: ¿Alguien se ha escandalizado porque en las excavaciones de Fuentes de León trabajen investigadores portugueses, granadinos, vascos y hasta griegos? ¿Es que oyeron lamentarse a alguien cuando a finales de los 90 Ripoll, natural de Tarragona, estudió las pinturas de Maltravieso junto a Hipólito Collado? Señores, Algo huele a podrido en Dinamarca .

Nova Barrero Martín **

En representación del Equipo de

Investigación Primeros Pobladores de Extremadura