Predica un cacereñismo que sabe llevar a gala y que le convierte, casi sin saberlo, en una nueva generación de cacereños que han tomado el testigo capaz de mantener tradiciones y costumbres que conforman la esencia vital de la ciudad. César García González (Cáceres, 20 de noviembre de 1949) decía en una entrevista concedida en el año 2000 a este diario que el cacereñismo "es querer a tu tierra y el jefe de la policía local lo ha demostrado con creces.

Nacido en el sanatorio de Santa Ana, "tristemente desaparecido como tantas heridas que se van abriendo en la piel de este Cáceres nuestro", comentaba en esa misma entrevista. García González pasó su infancia en la calle Barrio Nuevo, estudió en el colegio San Antonio y luego Magisterio y Educación Física. Entrenó al equipo de balonmano del Atlético de Madrid, fue delegado provincial de Deportes y presidente del Cáceres CB.

Poeta, polifacético, buen comunicador, César García compagina sus funciones en la policía con el cargo de mayordomo de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la más tradicional de la ciudad. Si desde hace unos meses trabaja con dedicación en el proyecto de restauración de la imagen, ahora deberá asumir el reto de frenar a los graffiteros por el daño que causan en fachadas y edificios de ese Cáceres que tantas satisfacciones le ha dado. Seguro que cumplirá el objetivo.