Cuando sucedió el desastre del Prestige , fueron muchos los buques que como pasaban por ahí cerca... aprovecharon a limpiar sus bodegas tirando más fuel al mar. ¿Quién se iba a enterar? Con tanta basura contaminante en el mar... un poco más... Han pasado los años, pero esta práctica tan rastrera e insolidaria se vuelve a repetir, aunque ahora en tierra firme. Con la llegada de la gran crisis ha surgido la picaresca de siempre. Pongamos unos ejemplos:

Por culpa de la crisis, el Estado presta dinero al banquero para reactivar la economía empresarial; la entidad en vez de conceder créditos para autónomos y pequeñas empresas, utiliza el préstamo para tapar sus propios agujeros. Total: ¡bluf! Dinero del contribuyente desaparecido otra vez y la crisis cada vez va a peor.

Por culpa de la crisis se manipula el IPC. Quieren rebajarlo, porque los salarios y las pensiones suben tomando como referencia este índice. Por eso en diciembre lo ajustan a la baja, para que en enero te lleves la sorpresita con la mínima subida salarial. Y qué decir de los jubilados, a ellos les dan un caramelo en enero a modo de paga por el desajuste en las previsiones anuales. Si supieran que en realidad les corresponde multiplicar por cinco esa cantidad... Toda ama de casa sabe los precios de la compra, el transporte, luz, gas, agua, teléfono, etcétera... Todo ha subido en un año más del doble que el IPC. A mí no me vale que se valgan de la rebajas en ropa para equilibrar el índice, no son artículos de primera necesidad; si tienes hambre, qué te compras, ¿un bocadillo o un bolso?

Dejémonos de estupideces y vayamos al grano: ¿quién se beneficia con la crisis? El que no la nota. Ahora es el momento de comprar acciones y empresas a precio de ganga, ¿y quién puede? El que tiene de sobra. Por lo tanto, de aquí a dos años habrá mucha más gente sin patrimonio y unos pocos que lo tendrán casi todo; como hay crisis y yo pasaba por aquí... Siempre habrá más suciedad en tierra firme por mucho Prestige que haya en el mar.

Rafa Zamora Sancho **

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