España de charanga y pandereta, que magistralmente nos describía Antonio Machado en sus versos. Qué ojo clínico el famoso poeta de la generación del 98 ¿A qué viene todo esto? Por una parte creo, al recrudecimiento del solapado debate de qué es antes, la salud o la economía, por un lado y la insolidaridad, por no poner otros epítetos.

Por más que se les llene a uno la boca de decir, derecha e izquierda, que lo primero es la salud, el debate existe. La verdad que defendiendo en primer lugar la salud, pero no encuentro argumentos sólidos, porque no lo sé, para anatematizar a quienes defiende lo contrario. Seguramente será un término medio, pero si no hay salud difícilmente se podrá sostener la economía. Vayan ustedes a saber. De momento un dato, el índice de precios al consumo no ha subido, pero parece que es por la bajada de los crudo. No en la alimentación que a todas luces, ustedes lo han comprobado, ha alza que ya veremos quien la revierte. Se suben los precios y luego cuesta un huevo volver a bajarlos. Recuenten épocas no muy lejanas con la llegada del euro.

También, en este ametrallamiento informativo que estamos teniendo (me niego a afirmar que sufriendo, porque se de muchos compañeros que está trabajando duro. muy duro, para tenernos a todos informados. Periodistas, no otras cosas. Me callo los adjetivos porque muchos de ustedes seguro que están dando audiencia a algunas cadenas de mierda que sólo producen ruido. Lo siento. Y afirmo que son las mayores fábricas de hacer dinero incluso en la pandemia, sino, que se lo pregunten a Berlusconi, Vasile y compañeros mártires. Cuando descubrimos una veta, joder: a degüello. Que los concursos dan audiencia, vengan concursos; que el voyerismo de los programa basura dan dinero, puta madre;cuanto más mierda se saque del otro o la otra, mejor. ¿Saben ustedes que hay tarifas para el que refriegue mayor escándalo aunque sea mentira o verdad a medias? El ruido informativo, la basura desgraciadamente se aguanta muy bien.

Digo que estos días en esa vorágine informativa he leído y oído decir que “ante un nuevo rebrote hay que convivir con el virus”, por ejemplo. No, no era Trump con una de sus lindezas que obviamente suelta como acérrimo defensor del capitalismo atroz, sino Casado, el todavía líder del PP. ¿Pero cómo? Dé usted las normas, las propuestas razonables. Ponga sobre la mesa informes y estudios serios sacados del contraste argumentado de técnicos en Economía y en Salud. Pero no creen una comisión, por Dios, porque eso es como decir que nada de nada. Usted, ustedes, esos defensores de la Patria que tanto vociferan. Porque ya digo a lo mejor es verdad que tenemos que vivir con este virus. ¿Cómo, para que no continúe produciendo miles de muertos?

Dejemos, por una vez de ser un país de charanga y pandereta. Claro que alguien podrá decirme: si no nos morimos de virus nos podemos morir de hambre si no retomamos la producción. Pues no sé. Siempre aprendí que primun vivere, deinde pfilosophari. Pero no lo sé. Sí afirmo que la clase alta o media alta, los que normalmente son hostiles al gobierno cuando la izquierda está en el poder, los que gritan “libertad, libertad”, “Gobierno dimisión” y “Sánchez asesino”, casi seguro que no estaban en Madrid, en el 68, 69, 70…cuando muchos gritábamos lo mismo en Madrid, cambiando algún nombre y esquivando a policías capitaneados por el cacereño Bily el Niño y compañeros mártires de la brigada político social. Claro que entonces no había democracia ni elecciones. Hoy normalmente chillan en el confinamiento esos que siempre estarán en contra cuando no gobiernan los que han votado ellos. Charanga y pandereta, o “bebe que te llenen”.

¿Los engañan, nos están engañando a todos? Yo creo que no. La cosa parece seria por ambos lados, la sanidad y la economía. En la primera parece que están cayendo los más desprotegidos, los viejos, que han empezado a ser un estorbo para este sin vivir de nuevas tecnologías, de avances de “App”, del mundo digital. ¡Que pronto hemos olvidado que sin el curro manual de ellos esto no sería lo que es! Y, encima, no son capaces, con tanto avance, de encontrar remedio, en el primer tercio del siglo XXI, para arrojar un virus a las cloacas que nos tiene en jaque a toda la humanidad del progreso. ¿Nos estarán engañando? Ni alternativa a la tremenda economía de mercado, sin alma. A lo mejor es absolutamente verdad lo que decía Mark Twain, que es más fácil engañar a la gente que convencerlos que han sido engañados. Yo me lo creo.