Aunque no lo parezca, algunos gobernantes van a encontrar un gran alivio en el retorno a las aulas de niños y jóvenes, porque van a disponer de centenares de miles de chivos expiatorios a los que endosarles, a partir de ahora, la culpa de todo lo que acontezca. ¿Que no me creen? ¿Que sería de una mendacidad insoportable que algo así ocurriera? Pues ya verán. Particularmente, no me cabe duda de que los ‘mandantones’ azuzarán al pueblo para que las responsabilidades de brotes y rebrotes se adjudiquen a maestros y equipos directivos. ¡Con tal de que no se las endosen a ellos, cualquier cosa! Y si no, al tiempo. No en vano, ya pudimos ver que el mismo Sánchez que animaba a zambullirse en el verano, para reactivar el sector turístico, reprendía, posteriormente, a los ciudadanos por haberle hecho caso. Y eso al poco de aterrizar en Moncloa tras disfrutar de unas apacibles vacaciones en los palacios de La Mareta y Las Marismillas. Que sí, que el atrevimiento que demuestra al señalar con el dedo a la ciudadanía, después de su lamentable gestión y luciendo un bronceado digno de Paris Hilton, es ya algo inaudito.

Pero que esto es tan cierto como que usted está leyendo El Periódico Extremadura, también. Y que con el cole va a pasar algo parecido a lo que ya ocurrió con las residencias (salvo por el número de fallecidos), pues probablemente. Porque, de nuevo, los gobernantes han actuado con esa abulia que les caracteriza. Otra vez han quedado expuestas su nula capacidad de anticipación y su secular pereza. Eso sí, en esta ocasión no podrán excusarse aduciendo que nadie podía calcular la magnitud del desafío. Así que, teniendo en cuenta que ya han quemado balas acusando a los gobiernos autonómicos, los miembros del Ejecutivo -y su potente aparato mediático- no tardarán en empezar a difundir la idea de que no se están siguiendo sus recomendaciones, para endilgarle la responsabilidad a quienes realmente se van a batir el cobre en los colegios e institutos, que son los maestros y equipos directivos de los centros escolares de toda España. La cuestión, como siempre, será escurrir el bulto. Y si no me creen, hagan memoria y piensen en quién cargó, al final, con las culpas de lo acontecido en muchas residencias de mayores. ¿Pablo Iglesias, como vicepresidente responsable del área social? ¡Ja! Yo que los profes y directivos escolares iría haciendo acopio de cascos y armaduras, porque van a sufrir, sin merecerlo, el golpeteo de una tormenta de granizos como bolas de billar.