Ahora resulta que era un desaire a la bandera española con la excusa de que pasaba la norteamericana". Fue el resumen que hizo Iñaki Gabilondo (SER) de la interpretación que hizo el ministro Zaplana de la decisión de Zapatero de permanecer sentado ante el paso de la enseña de EEUU en el desfile del domingo. Apostilló Josep Ramoneda: "La táctica habitual del PP es manipular lo que hacen o dicen los socialistas. Pero esta vez es burdo y ridículo, porque durante el acto Zapatero se levantó no sé cuántas veces. La cuestión de fondo es la manipulación que hace el Gobierno al convertir la fiesta nacional en un acto de aprobación de su decisión más contestada por la opinión pública, la guerra de Irak". Se extendió Margarita Sáenz-Diez: "El Gobierno aún no ha entendido que en este país hay sensibilidades muy diversas. Cuando habla así desconoce que los símbolos no se sienten igual aquí que en Galicia o Cataluña".

Gabilondo insistió: "No estaba en cuestión la bandera". Y Sáenz-Diez le apoyó: "La actitud de Zapatero es una muestra de coraje cívico sin estridencias. Aunque es evidente que tiene intención electoralista". Se alejó un poco Ramoneda: "Es lo que he pensado siempre: de patriotismo, ni el constitucional. Todos los patriotismos son sectarios. Si algo se le puede reprochar a Zapatero es la timidez a la hora de explicarse". Entonces, llegó el tercer tertuliano, Eduardo San Martín a tiempo para calmar ánimos al comentar la recepción que el día anterior ofreció Abc a Aznar: "Le vi mucho más humano de lo habitual". Casi se oyeron los respiros de alivio.