WEwl 2005 habrá resultado un año complejo para la economía española. De una parte, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes , ha vuelto a revisar al alza dos de las principales cifras: la tasa de crecimiento del producto interior bruto será finalmente del 3,4%, y no del 2,9% que se había previsto a principio de año, y en el ámbito de la ocupación se han creado medio millón de nuevos empleos. Pero, por otra parte, se reconoce el regreso de la tendencia a la inflación, que acaba el ejercicio con un incremento del 3,8%.

A causa del alza del petróleo, España volverá atasas de inflación análogas a las del 2002, cuando gobernaba el PP y el precios del combustible era incluso más barato que el actual. Algo se ha avanzado. Además, el Banco Central Europeo ha empezado a adoptar medidas, como subir ligeramente el precio oficial del dinero para frenar los efectos negativos que el encarecimiento de la vida tiene sobre la economía. No obstante, de mantenerse esta tendencia, será necesario que las administraciones estudien la manera de paliarla a través de políticas liberalizadoras como estimular la competencia.