La Policía Local de Cáceres está multando a los conductores que dejan el coche en doble o triple fila en el momento de dejar o recoger a los niños en los colegios. La medida está ocasionando un considerable revuelo y los padres están criticándola con dureza.

Nadie duda de que la policía tiene que cumplir con su obligación en lo que se refiere a la regulación del tráfico; y que a veces esa regulación exige sanciones, no en vano la doble fila en nuestras ciudades, no solo en Cáceres, es algo más que una costumbre. Sin embargo, la Concejalía de Tráfico, que es la responsable de que los agentes empiecen a "tirar de libreta", debería haber adoptado una política distinta de la de empezar a multar sin previo aviso. No se puede ser permisivo hoy y estricto mañana sin que medie una explicación convincente del cambio de actitud. Y al ayuntamiento le ha faltado pedagogía en este asunto. Las reglas están para cumplirlas; pero el sentido común dicta que hay que hacerlas cumplir con flexibilidad y atendiendo a las circunstancias. La policía tiene la obligación, antes de recurrir a las sanciones, de permitir a los padres parar su coche mientras se bajan sus hijos o mientras los recogen sin que esa maniobra les cueste una multa. No es el caso de los que ´olvidan´ el vehículo, que sí merecen ser sancionados.