Ordenadores escolares

Los ordenadores en las aulas pueden ser una buena herramienta de trabajo para los alumnos, pero el problema empieza cuando hay muchos docentes que no tienen ni idea de ordenadores, porque algunos no saben ni encenderlos. Entonces se convierten en un trasto inútil. Una alumna

O también puede ocurrir que haya profesores que, perfectos conocedores y usuarios de la informática desde hace décadas, sepan que nada puede sustituir al esfuerzo e interés de los alumnos y que el ordenador es, en efecto, un instrumento muy útil, pero no la panacea de todos los males del sistema educativo. Comprar ordenadores así, a lo bestia , parece más propio de nuevos ricos que de personas responsables que administran racionalmente el dinero de todos. Un profesor

Horario europeo

Aquí no hay quien se aclare. Cada tres meses sale alguien que tiene una receta nueva para regular los tiempos de trabajo y la productividad. La sensación que tenemos los trabajadores es que nadie lo tiene claro. Además, los que parecen que lo tienen claro no se aclaran. Los horarios son una auténtica catástrofe. Y lo son por que la realidad sociológica de cada país, de cada comunidad autónoma, es diferente. Después está el asunto de la climatología. Por otra parte, muchos empresarios tienen una visión de la productividad muy particular. ¡Pero que muy particular! Finalmente, están los políticos. ¿Realmente los políticos saben lo que quieren o lo que quieren es que solo les votemos? Yo, la verdad, no entiendo nada. Parecía que con la ley de conciliación de la vida familiar habíamos dado un paso adelante. Pues no. Ahora resulta que esto tampoco funciona. Lo dicho, que me lo expliquen. El acomodador

La derrota del Cáceres 2016

Ganaremos partidos el día que Piti deje de hacer tonterías provocando técnicas a destiempo. Descentra a los jugadores cuando mejor van las cosas. Otro más

El Cáceres no tuvo opción ante un equipo serio y muy bien equilibrado. Estuvimos siempre por detrás en el marcador y cuando nos acercábamos padecíamos el síndrome del miedo a ganar. Defensa nefasta y se hecha de menos alguien que asuma responsabilidades en momentos clave. ¡Que vuelva el Pollito Peña! Rompeolas