WLwa cumbre ministerial de los 149 países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha concluido sus trabajos con un escaso acuerdo de mínimos que apenas permite evitar in extremis un sonoro fracaso como el cosechado el 2003 en Cancún.

Las grandes potencias económicas mundiales, Estados Unidos y la Unión Europea, han accedido a eliminar las subvenciones a la exportación de productos agrícolas antes del 2013. Junto a pequeños avances en materia de acceso a los mercados de los productos manufacturados en los países más pobres del planeta, el capítulo agrario centra desde hace años las disputas entre el norte y el sur.

La precaria situación económica de muchas áreas del planeta debiera llevar a las grandes economías a suavizar las políticas proteccionistas que practican y defienden. Esa actitud restrictiva en la reunión de Hong Kong contrasta con el liberalismo que impregna sus discursos y con su teórica preocupación por el futuro de los países más deprimidos.

Eliminar las restricciones al comercio sacaría a millones de personas de la pobreza, objetivo que debiera guiar las políticas de los países ricos. Lograr un comercio más abierto es necesario. Con cautela y gradualidad, pero sin pausa.