El 24 de febrero presentamos en la Asamblea de Extremadura la Estrategia de Conciliación de la vida familiar, laboral y personal y de apoyo a las familias. Definir qué entendemos por conciliación es, más que una tarea complicada, un ejercicio que exige ampliar nuestra visión de cómo hombres y mujeres nos desenvolvemos en nuestra vida cotidiana; básicamente, de cómo asumimos nuestras responsabilidades familiares, cómo nos desarrollamos profesionalmente y cómo organizamos el tiempo del que disponemos haciéndolo compatible con la lícita y natural aspiración a ser felices. Pues bien, todas estas necesidades aconsejan la aplicación de una adecuada estrategia de conciliación adaptada a la realidad y perspectivas de futuro de nuestra región.

Resulta evidente que una sociedad que base su progreso en principios como los de cooperación o corresponsabilidad entre hombres y mujeres, tendrá muchas más posibilidades de alcanzar sus fines y objetivos que aquella que permanezca anclada en rígidas costumbres alejadas de una realidad social que, como la progresiva flexibilización de los papeles asignados a uno y otro sexo, se abre paso de manera irreversible. A partir de esta contundente evidencia, lo que entendemos por conciliación es mucho más que una parte importante de las políticas de igualdad por cuanto determina la estructura en la que se asienta nuestro modelo económico, político y social. Y ese modelo necesita ser fortalecido con una estrategia que, además, impulse y desarrolle integralmente la red de servicios de atención y cuidado de menores y personas dependientes, que fomente el cambio en el diseño y funcionamiento de las infraestructuras urbanas y que impulse un modelo de ocio y cultura centrado en un tiempo personal de calidad.

XPOR OTRO LADOx, a pesar de que existe un considerable marco legislativo y documental sobre conciliación a nivel nacional e internacional, lo cierto es que aún queda mucho por hacer en cuanto a concienciación social se refiere; de ahí que la inminente aprobación de la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres y contra la Violencia de Género en Extremadura regule los derechos y deberes de los extremeños relativos a los beneficios que tiene la conciliación para la vida familiar y personal, así como para las empresas y para la sociedad extremeña en su conjunto.

También el Pacto Social y Político de Reformas para Extremadura acordado con los agentes sociales y económicos y ya refrendado en nuestro Parlamento contempla, en su apartado sobre gobernanza en el territorio, la importante necesidad de "seguir fomentando medidas de apoyo al incremento de la natalidad para seguir creciendo en población". De esta manera, la cuestión demográfica constituye uno de los principales retos de la sociedad extremeña para mantener la sostenibilidad social a través del sistema público de servicios educativos, sanitarios y sociales. Evidentemente, son muchas las medidas que pueden contribuir al incremento de la natalidad, pero no cabe duda de que una buena estrategia de conciliación, apoyada en unos servicios públicos de calidad acordes con las necesidades de la población, es un requisito fundamental.

Indudablemente, hay que mejorar las políticas favorecedoras de la natalidad, por muchas razones, pero también para que las mujeres tengan libertad para elegir, para que las familias que quieran constituirse puedan tener los hijos que quieran. Las mujeres necesitan más tiempo, pero también lo necesitan los padres. Es importante que los padres, hombre y mujer, concilien su vida laboral, familiar y personal. Debemos, por tanto, apoyar a las mujeres e involucrar más a los hombres. Hay que dedicar tiempo a la educación de nuestros hijos y es importante que se lo dedique tanto el hombre como la mujer.

Asimismo, la progresiva formación y cualificación de las mujeres hace que el mercado laboral y empresarial deba replantearse su faceta productiva mucho más en serio. Simultáneamente, las empresas deben entender que la calidad de vida de sus trabajadores y trabajadoras influye en la productividad y, consecuentemente, en un mayor desarrollo de la economía y progreso social que reforzará y consolidará nuestro modelo de sociedad de bienestar. Una apuesta clara por la conciliación implica, sin duda, reconocer un importante caudal de conocimiento y talento del que no podemos prescindir.

Por lo tanto, esta estrategia multidimensional viene a cubrir todas las medidas que pueden contribuir a la conciliación, que se plantea no solo para facilitar el tránsito hacia un nuevo modelo de sociedad más igualitario y equitativo, sino que forma parte de una apuesta mucho más amplia en favor de la sostenibilidad y la justicia social. La conciliación de la vida laboral, personal y profesional es un derecho de la ciudadanía: un derecho que incluye la racionalización del tiempo y una serie de medidas que, como contempla esta estrategia, favorezcan el ejercicio de ese derecho.