Cómo poder explicar que un simple error sin intencionalidad alguna en la anotación de la lista de los 13 jugadores de la Unión Polideportiva Plasencia alevín, sirviera para que ustedes tomaran la cruel decisión de privar a unos niños de poder celebrar lo que justamente habían ganado en el terreno de juego.

Cómo explicar el daño moral infligido a unos delegados-monitores que como en todos los equipos de niños tienen que presentar listas, fichas, atar cordones, recoger camisetas y además enseñar los verdaderos valores humanos que deberían primar en deporte (y todo ello sin cobrar un solo euro).

Y cómo explicar a nuestros chavales, su rápida y dramática decisión sin que se caiga el alma a los pies, viendo sus rostros desolados.

En sus conciencias quede, si el error fácilmente subsanable como así sucedió, (cuando el daño ya era irreparable), fue de la gravedad y transcendencia suficiente como para ajusticiar a toda la expedición de la UPP.

Creemos que ni ustedes por su laborioso y buen trabajo en la organización del torneo, ni los chavales por su comportamiento de verdaderos campeones, ni nosotros sus monitores, merecemos pasar un día tan amargo.

Julio César García **

Plasencia