Términos como efecto invernadero o cambio climático están plenamente incorporados a nuestro vocabulario habitual, tanto, que han perdido en el camino la gravedad que entrañan. Ambos, profundamente intrincados, han colapsado la agenda pública de gobernantes, científicos y ciudadanía en general. En juego, perder nuestro ecosistema gracias al incremento de emisiones de carbono y un consiguiente calentamiento de las temperaturas del Planeta Tierra. Copenhague focalizó las esperanzas en un hipotético consenso de la comunidad internacional. Al término, un acuerdo de mínimos provocado por la codicia de unos y la cerrazón de otros. Más de lo mismo. La distancia insalvable entre ambición y realismo. Las evidencias científicas --a pesar de que algunos intenten negarlo-- nos empujan a redefinir las reglas de juego, donde la única solución pasa por redirigir nuestros esfuerzos de manera coordinada para evitar la degradación medioambiental y con ello nuestro hábitat como especie. Desde la administración local, pasando por los niveles provinciales y regionales, hasta el ámbito nacional y continental. La apuesta debe ser global para que sea contundente.

"Muchas especies. Un planeta. Un futuro". Este ha sido el leit motiv escogido por Naciones Unidas para atraer la mirada de la opinión pública. Desde 1973, año en que se celebrase por primera vez el Día Mundial del Medio Ambiente en esta fecha, los motivos han sido de lo más heterogéneo: desertificación, recursos hídricos, reciclaje de residuos- Sin embargo, todos ellos bajo la irrefutable afirmación de que cuidar el medio ambiente es cuidarnos a nosotros mismos.

XEN ESTE 2010x la ONU destaca la Biodiversidad como elemento de desarrollo, toda vez que coincide con la celebración del Año Internacional de la Diversidad Biológica. Un día --hoy-- y un año --éste-- que deben fomentar un cambio de actitud y establecer redes de cooperación entre países, pues la fauna o los ríos no se rigen por fronteras territoriales, que en muchos casos dificultan la gestión del patrimonio natural. En los límites argentinos y brasileños se levanta el majestuoso estruendo de las Cataratas de Iguazú, una de las siete maravillas del mundo, que atrae cada año a millones de visitantes. Un ejemplo de gestión compartida que produce riqueza a ambos lados de la frontera. En la provincia de Cáceres tenemos el recientemente creado Parque Natural Tajo Internacional, que ocupa territorio portugués y español, y alberga especies en peligro de extinción como la cigüeña negra o el águila imperial ibérica. El primer espacio natural transfronterizo de estas características en Europa, que viene a sumarse en la provincia al Parque Nacional de Monfragüe y al Geoparque Villuercas--Ibores--Jara. Cáceres --y por ende Extremadura-- se caracteriza por su enorme variedad biológica, que además presenta numerosas Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAIs) y Lugares de Interés Comunitario (LIC), entre otras figuras de protección supranacional. Recursos heterogéneos de flora y fauna que hacen necesario seguir articulando políticas integrales de conservación para que esta región siga siendo uno de los pulmones de Europa.

Ahora bien, el desarrollo sostenible no puede ser sostenido en la merma de oportunidades industriales de nuestro territorio. Las figuras medioambientales deben procurar beneficios sociales y económicos para aquellos espacios que las albergan. Está demostrado que aquellas comunidades que conservan su entorno aumentan su bienestar y calidad de vida. Planes de Dinamización Turística, de Competitividad, o convenios de explotación con un partenariado público-privado.

Ruanda, país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente 2010, ha demostrado que la pobreza de su población está directamente relacionada con el deterioro de sus fuentes de recursos naturales. Así, están desarrollando programas de protección de gorilas y actividades de turismo sostenible. Se convierten en promotores activos desde uno de los focos paupérrimos de Africa. Su responsabilidad adquiere una dimensión planetaria con acciones que procuran beneficios compartidos. La Aldea Global de Marshall McLuhan en la conservación de nuestro entorno.

Diputación de Cáceres ha puesto en marcha Medio XXI, un consorcio medioambiental de la provincia que desarrolla una serie de actuaciones --algunas financiadas a través de los fondos FEDER-- y que pretende sumar el compromiso como administración pública para que nuestros hijos hereden el legado que nuestros padres nos dejaron. El Medio Ambiente no puede esperar. Actuemos ya.