Vi en una cadena unas imágenes que me sobrecogieron: gente envuelta en mantas en una playa en día lluvioso, con caras famélicas y miradas perdidas y tristes. Pensé que eran subsaharianos, algún cayuco naufragado. Pues, no. Era un concurso en el que personas de clase media y alta juegan a sobrevivir en algún lugar lejos de España para ganar unos miles de euros. Pensando, aliviada, que no eran verdaderos náufragos, se me ocurrió lo siguiente: ¿y si, en una colaboración hispano-marroquí, colocando centenares de cámaras en los cayucos, en las playas de Tarifa, con patrulleras guardacostas, se hiciera un programa concurso y a los que consiguieran llegar vivos a la Península se les obsequiara con una décima parte de lo que cobran los falsos náufragos? ¿No arrasaría entre la audiencia?

Francisca Reina González **

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