Conejos en la chistera

Cuando Obama había conseguido vencer a Hillary Clinton , cuando parecía que llevaba ventaja sobre su adversario republicano, éste se sacó un inesperado conejo de su chistera: su candidata a vicepresidente, al espectacular Palin . Al principio dio un vuelco a su favor pero, a sólo tres semanas para que se celebren las elecciones, Obama le saca una gran ventaja a su contrincante. Los debates televisivos han sido más rentables para Obama: en el primero hubo más tensión, fue de tanteo, como en el primer round en un combate de boxeo; en el segundo desplegaron sus mejores armas; en el tercero, que ha tenido lugar esta madrugada, se supone que ambos habrán echado el resto. Parece que Obama expone soluciones a la gran crisis y a los temas importantes con medidas más claras, mientras McCain expone soluciones más generales. El ganador tiene ante él un gran reto: deberá adoptar una serie de medidas que ayuden a solucionar la crisis mundial y que nuestro mundo no se desmorone.

Si McCain sacó a Palin, Obama sacó de su chistera a Joseph Biden, que ofrecerá la experiencia que dicen que a él le falta. Formarán un buen tándem. Obama pone la ilusión, el entusiasmo, la capacidad de movilizar masas, de que vuelvan a creer en el sueño americano; aporta, además, su verbo en su hermosa y poderosa voz y, no cabe duda, su inteligencia.

No sabemos cuántos conejos tendrán que sacar de sus respectivas chisteras para conseguir los votos de los norteamericanos y alzarse con el triunfo que convertirá (a uno de los dos) en el amo del mundo , con un inmenso poder sobre la Tierra. Debe dar vértigo verse como un rey, sin corona ni cetro, en un gran país. Sea como sea, el resultado final se verá el próximo 4 de noviembre.

Seguro que los yanquis seguirán sorprendiéndonos de aquí a entonces. Mis simpatías están con Obama, pero McCain no se lo está poniendo fácil. Lo que sí han conseguido es que esta carrera hasta la Casa Blanca sea quizá la más seguida en todo el mundo. El espectáculo debe continuar.