El PSOE de Plasencia ha resurgido, sí, pero con los mismos problemas por los que Morales y Vara decidieron pedir la disolución de una agrupación con 300 militantes. Las luchas de poder de antaño continúan latentes y quien no ha podido entrar en el comité local se revuelve ahora, mientras muchos militantes de base se lamentan y exaltan por los daños colaterales de esta guerra.