THtasta las elecciones, que ya tardan, nada está cerrado, pero parece claro que el sentimiento colectivo es el de que viene el cambio. Así las cosas, mientras Rajoy saca un libro, Rubalcaba , el ideólogo, orquesta el ataque mediático sustituyendo dóberman por guadaña y motosierra, en boca del poeta Blanco . Lo esencial es predecir el pavoroso futuro de España si gana el PP. Por eso el PSOE conjuga ahora el núcleo del predicado siempre en futuro con un complemento directo cuyo significado ellos, solos o en compañía de otros, han puesto en proceso de desguace: Estado del bienestar. No parece que esa estrategia vaya a convencer más que a los ya convencidos. El presente ya es suficientemente pavoroso para tantos parados y difícil en grado sumo para jubilados, jóvenes sin el primer empleo, funcionarios, autónomos, emprendedores sin empresa y buena gente toda. Pero Rubalcaba conjuga ahora ese presente actual con la carta obtenida merced al desastre del 22 de mayo. Así la derrota en municipales y autonómicas paradójicamente le permite proclamar que las contundentes dietas adoptadas en las Autonomías populares están injustificadas y que traspasan las líneas rojas que él nunca traspasará. Debemos entender pues que lo que hizo lo hizo contra su voluntad pero que está dispuesto a volver atrás.

Como en palabras del añorado Tierno las promesas electorales están para incumplirlas o emulando a Machado a las palabras de los candidatos les sienta bien su poquito de exageración, pocos crédulos creen ahora que Rubalcaba, --"señor querrá usted decir" y no "llamadme Alfredo"--, cumplirá lo que ofrece y no porque no quiera, sino porque no podrá. Por eso conjuga el tiempo futuro y lo dota de caracteres apocalípticos. Y con eso contribuye, en mi opinión, como cuando se coloca anímicamente cerca de los indignados, a "inflamar la calle". Lo que tal vez olvida es que el futuro es un tiempo abierto a la esperanza. Tiempo de posibilidades. El pasado próximo, no el remoto que ya ha sido suficientemente explotado, está cerrado. El era uno de los protagonistas.