XTxras la conmoción, debemos ir recuperando la normalidad que tanto desean quebrar los terroristas de todo signo. Tras la conmoción, la cordura. Debemos detener y juzgar hasta el último de los implicados en la masacre de Madrid. Nunca jamás puede volver a ocurrir algo similar.

La conmoción apenas nos ha dejado percibir la intensidad del cambio político producido en España; nadie predecía un vuelco tan acusado. No cabe ninguna duda de que los atentados han tenido influencia en el ánimo de los votantes. Negar ese hecho es negar la evidencia. El PSOE debe ser más modesto en su propia valoración del resultado. No tenemos ninguna duda de que si no se hubiese producido atentado alguno, el resultado de las elecciones hubiese sido distinto. No sabemos en qué dirección ni intensidad, pero sí que tenemos la convicción de que no hubiese sido el mismo.

La conmoción impulsó una mayor participación electoral, en la que se puede radicar la diferencia existente entre las encuestas y los resultados. Pero no olvidemos que esa afluencia de votantes es altamente positiva. De hecho existen campañas institucionales para incrementar la participación. ¿Por qué entonces se quejan algunos de ella?

Son profundamente desafortunadas las veladas acusaciones que algunos destacados portavoces del PP están realizando acerca de la supuesta utilización del voto del miedo. Todos hemos podido escuchar acusaciones contra el partido ganador y contra algún medio de comunicación, a los que tachan de manipuladores. Puro berrinche de una resaca mal digerida. No es fácil saber perder. Mariano Rajoy, en su comparecencia de la noche electoral, proporcionó todo un ejemplo de digno comportamiento democrático que, sin embargo, no ha servido de ejemplo a muchos de sus compañeros que desvarían en sus declaraciones, intentado justificar su clara derrota mediante supuestas manipulaciones de la información o merced a ilegales manifestaciones ante sus distintas sedes.

Que no sigan por esa vía, les resta calidad democrática. Han perdido porque los españoles, cansados de su arrogancia y reiteradas manipulaciones, han querido mandarles a casa. Las elecciones son así, las gana o las pierde quien quiere el pueblo.

Oyendo ahora cómo responsables del PP responsabilizan de su derrota al grupo Prisa, recordamos que en 1996 el entonces perdedor partido socialista responsabilizó también a algunos medios de comunicación y periodistas a los que tacharon de "sindicalistas del crimen". El Gobierno socialista controló a su antojo TVE y RNE, al igual que lo ha hecho un PP que ha logrado tener todavía mayor control a través de las empresas de Telefónica. Normalmente suele ser el Gobierno de turno quien disfruta de mayor influencia mediática; no son, por tanto, las críticas de los medios no afines las que les hacen perder las elecciones, no.

El PSOE perdió en 1996 por sus errores. Hoy, el PP ha perdido por los suyos. Los socialistas tardaron en reconocer sus propios deméritos; parece que el PP también cierra sus ojos ante los suyos. Pues mal les irá si no hacen una fuerte autocrítica. Rajoy no puede seguir bajo la estela de un Aznar extraviado que ha causado un grave daño a nuestra política internacional y a nuestra propia convivencia interna. Rajoy debe iniciar su propia senda. Lo conozco y sé de su moderación; le deseo la mayor fortuna en su andadura que intuyo compleja y árida.

Es miserable afirmar que las elecciones las ha ganado Bin Laden . Quien eso dice es un frívolo, un inconsciente, un resentido o un malvado. ¿De verdad alguien puede creerse que ni siquiera uno solo o de los votantes del partido socialista haya apoyado con su voto al terrorismo?

José Luis Rodríguez Zapatero llevaba en su programa las retiradas de las tropas de Irak si no hay una nueva resolución de la ONU. No puede ahora echarse atrás, por más presiones que haga George Bush. Si EEUU no impulsa esa nueva resolución, nuestras tropas deben volver. Los españoles no votaron por miedo al terrorismo. Votaron en libertad lo que quisieron, y lo que quisieron fue mandar al PP a su casa y dar una nueva oportunidad a los socialistas. Que no la desaprovechen ahora que regresamos, poco a poco, a la cordura.

*Exministro y escritor.