Lo decía ayer el Testigo impertinente en El Mundo, a cuento del fichaje de Miguel Boyer como ideólogo del PP: "Pensábamos que Preysler se había movido hacia Boyer, pero ha sido al revés. Ahora están ambos en el territorio amable del pepé, donde el dinero tiene más protagonismo que la sabiduría." ¿Un comentario frívolo? Pues, no, ya que, involuntariamente, el propio exministro lo confirmaba, con sus respuestas, en una entrevista de Ignacio Camacho en Abc.

Vive en el territorio amable del PP. "Yo siempre he vivido bien". Aunque "si mi prioridad hubiera sido vivir bien, jamás hubiera estado tanto tiempo en el PSOE. Pero tampoco es obligatorio para los cristianos el estilo de vida de Jesucristo y sus apóstoles". Donde el dinero tiene más protagonismo que la sabiduría: "Ya no soy socialdemócrata. Soy liberal. Dentro de que las distancias de ideas son bastantes pequeñas entre el liberalismo reformista y el socialdemócrata. Muchos creímos en las empresas públicas, en el estatismo, y resultó que no eran en modo alguno instrumentos de modernización. Tenemos que volver a los valores del liberalismo del XIX, antes de que todos se pusieran a cantar la violencia y la lucha de clases como el motor de la historia, que ya se ha visto cómo acaba".

Y ha sido él quien se ha movido hacia Isabel Preysler. "Es perfecta, aunque yo finjo no darme cuenta para mantener el control de la situación, y entre sus perfecciones está la de ser extraordinariamente simpática. Procuro pegarme a ella por si se me contagia algo". ¿Tránsfuga, también, por contagio?