WLwa principal empresa energética alemana, E.ON, ha irrumpido en el proceso de adquisición de Endesa por Gas Natural con una oferta de compra de la eléctrica española que ha trastocado todo el panorama previsto en la reordenación del mapa energético español y europeo.

El Ministerio de Industria ya ha hecho saber que no aceptará estas operaciones de integración de compañías europeas si no se ajustan a sus planes de provisión de energía para las próximas décadas. Es el recordatorio de que el Gobierno español aún no ha presentado la nueva ley de regulación del mercado eléctrico, que prevé reglas mucho más precisas para las empresas energéticas que operen en España, sin atender a su origen.

La contra-OPA de E.ON, en términos económicos, parece imbatible: pagan más a los accionistas de Endesa, y en efectivo. Pero tiene, al menos, dos puntos débiles. Se ha presentado sin conocimiento del Gobierno, que prefiere que el sector energético español se quede en manos españolas, como dejó claro ayer el presidente Zapatero . Y se ha notado la influencia --y la alegría-- de los directivos de Endesa cercanos al PP. Defensores, unos y otro, de ese irracional planteamiento de antes mejor alemana que catalana.