WEwl próximo febrero, el Ayuntamiento de Cáceres espera que entre en vigor, una vez concluida la fase de alegaciones, la llamada Ordenanza Municipal Reguladora de la Convivencia Ciudadana y de la Protección del Entorno Urbano. Una ordenanza que está suscitando polémica, porque mientras los grupos municipales la apoyan --fue aprobada por unanimidad, aunque IU combate algunos aspectos de su articulado--, varios colectivos ciudadanos la critican por creer que cercena su libertad de expresión.

Seguramente el ayuntamiento ha tratado, con esta iniciativa, de procurar que la ciudad esté más limpia, evitando la proliferación de anuncios, carteles o grafitti , y por eso tal vez el sentido de la ordenanza criticada sea más de Protección del Entorno Urbano que de la Convivencia Ciudadana. A pesar de ello hay sectores que tienen inquietud de que no puedan ejercer sus derechos fundamentales. Y comoquiera que la convivencia tiene que establecerse sobre la base de que todos los vecinos puedan expresarse en igualdad de condiciones, el ayuntamiento debería estudiar con detenimiento --y ese parece el sentir del concejal Santos Parra -- las alegaciones que protejan y amparen las posibilidades de expresión de los ciudadanos.