WEwl Gobierno ha hecho un gesto importante para defender la creación artística que se transmite en CD si es música o en DVD si es imagen. El Consejo de Ministros de la semana pasada dictó una serie de normas que buscan la movilización colectiva: se pide a los ciudadanos que no compren productos pirateados en soporte digital, a la vez que se enumeran los medios policiales para reprimir la venta callejera de esos productos.

Aunque el propósito es más difícil de alcanzar, también se quiere frenar el pirateo de bienes culturales a través de internet. Las estadísticas señalan a España entre los 10 países del mundo con mayor índice de fraude contra la propiedad intelectual difundida a través de la red digital.

Estas iniciativas resultan necesarias y reflejan el moderno papel que deben tener los gobiernos en defensa de la propiedad intelectual. Su regulación es tan compleja que sorprende que el Ejecutivo --que ha atendido sobre todo a los autores y la industria tradicional-- no haya extendido sus consultas a quienes representan a las actuales empresas de distribución en la red y a los consumidores. Ante los retos de las nuevas tecnologías hay que aportar también nuevas respuestas, que no sean sólo policiales.