Presidenta de la Asociación de la Prensa de Cáceres

Como cada año en estas fechas, mañana celebramos el patrón de los periodistas. Quienes trabajamos para ofrecer desde los medios de comunicación el reflejo de la actualidad informativa, nos convertimos, también un poco, en noticia. Los profesionales de la información en Cáceres tratamos de satisfacer a los ciudadanos cacereños cada vez más exigentes y selectivos, afortunadamente. Se hace desde la prensa, considerado el medio de mayor influencia y formador de opinión; desde la radio, o la información inmediata; la televisión, que ejerce su innegable e impresionante poder de la imagen; y desde la red, que avanza poco a poco y favorece la participación y el contacto en tiempo real. Ha pasado un año más en el que hemos estado al pie del ordenador, el micrófono o la cámara para contar las buenas y malas noticias, los pequeños y grandes dramas, para denunciar las injusticias y los abusos, para informar, opinar y entretener. En definitiva, para servir la crónica diaria cumpliendo el papel de notarios de la actualidad que nos toca desempeñar.

Aquí es donde cabe el agradecimiento a la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura, ADHEX, por la concesión del Premio Libertad a la profesión periodística extremeña. Premio que se justifica por el trabajo de los informadores en la defensa de la libertad de expresión en Extremadura y por el derecho a la comunicación superando las presiones y, en algunos casos, en condiciones laborales no suficientemente dignas .

Esta distinción que se nos hace en los Premios Derechos Humanos 2002 nos compromete a la reflexión: un periodista ha de disfrutar de coraje, independencia y libertad en el ejercicio de su compromiso social. Por coraje se entiende el valor para superar las dificultades en el camino de la información veraz que acreciente la credibilidad de los ciudadanos. Por independencia, la posibilidad real de contar lo que pasa sin escribir o hablar al dictado de nadie. Por libertad, informar sin sentirnos comprometidos, presionados o amenazados, ni siquiera por nuestros propios sentimientos de amistad o enemistad.

La profesión periodística ejercida desde los medios de comunicación, en la enseñanza, a través del asociacionismo, la colegiación, etcétera, es un factor decisivo en la libertad de expresión al amparo de la Constitución de 1978. Los preceptos constitucionales se extienden a leyes según las cuales la garantía de la libertad de informar ha de tener presente otros cumplimientos que se refieren a la protección de los derechos de los ciudadanos, como el respeto al honor y la intimidad, los menores y otros. Algo que jurídicamente denominan conflicto de derechos .

Estos problemas seguramente no los tuvo Francisco de Sales, el santo bajo cuya advocación está la profesión periodística. El obispo, que antes de sacerdote fue un joven abogado, ya ejercía en su época (siglos XVI-XVII) la libertad de expresión: informaba, opinaba y combatía el calvinismo escribiendo octavillas que repartía allí donde su voz no llegaba. El 24 de enero es la fecha en que se conmemora el traslado de sus restos mortales, ocurrido en el año 1623.

En este recuerdo y celebración del patrono de los periodistas cabría pedir algo que nos preocupa especialmente en la asociación: trabajo. Han crecido los medios, se multiplican las ofertas informativas en la red, crecen los gabinetes de prensa, pero aún hay muchos periodistas extremeños que esperan acceder a un puesto de trabajo digno como consagran los derechos constitucionales. Para estos compañeros va nuestro especial recuerdo y una petición a los responsables de las instituciones: ábranse a políticas de consenso que alumbren una radio y televisión públicas en Extremadura, proporcionando nuevas posibilidades de trabajo y una oferta pública de comunicación que sitúe la región al mismo nivel que el resto de las CCAA del país.