Primero se despojó de la corbata para subir el termostato del aire acondicionado. A José Bono por poco le da un infarto. Ahora promete cuarenta millones de lamparillas de bajo consumo y limitar todavía más la velocidad, combinando, casi nada, los conceptos de seguridad y de consumo. El artífice de estas ocurrencias es el ministro de Energía, Miguel Sebastián , que encabeza el lobi de los no alineados con la militancia del PSOE. El responde de forma personal y directa al presidente. En realidad, Miguel Sebastián solo se está caribeanizando: en aquellas latitudes calurosas el protocolo se resuelve con la guayabera y hace ya cuatro años que Fidel Castro mandó recoger todas las bombillas de la isla para sustituirlas por otras de bajo consumo made in China. Sebastián no ha inventado nada; llega con retraso a la moda de verano permanente y de los bombillos mortecinos. En Cuba, el procedimiento era muy sencillo: tocaban a la puerta los muchachos del ejército juvenil del trabajo y sustituían las viejas bombillas gastadoras por otras de eficiencia energética. A Sebastián le harían falta batallones de pioneros cubanos para modificar la iluminación de cada casa con la luz lánguida de las ahorradoras. Mientras Sebastián planea modificar nuestros hábitos energéticos de forma tan sofisticada, Pedro Solbes se va marchitando con el reconocimiento de que no solo hay crisis sino riesgo de crecimiento cero. Se genera un vacío en las cosas de la economía que se tendrá que dilucidar antes de los plazos que tenía el presidente de Gobierno para la crisis del año 2010. En el Gobierno los equilibrios de poder se reducen a la observación de la luz creciente de Carme Chacón y a la hiperactividad de Fernández de la Vega , obsesionada en que nada se escape a su control, en ese universo de quietud en el que solo hace los deberes Pérez Rubalcaba . Pero en el PSOE se empiezan a sembrar cosas que crecerán en otoño. De momento, las tensiones no se vislumbran. Están apagadas, sin brillo, como los bombillos ahorradores de Sebastián. Las cosas no le deben ir muy bien porque sigue vigente la corbata.