Estaba yo encantada con mi guasap, término admitido por la RAE lo mismo que baipás, bluyín o jipismo. Al guasapeo me dedico con ardor, y es una app, --flipe el amable lector-- que ha introducido significativos cambios en mi vida cotidiana.

Poseo, como casi todos menos un querido colega algo inmovilista, grupos variados: hermanos, amigas, filmoteca, queridas amigas, coche, cuñadas, pádel o familia. Más una montonera de contactos, acompañados de su delicioso icono cambiante. Y cotillearlos es de lo que más mola en el universo guasapil. Que hay una boda, se abre un grupo, que un viaje, pues otro. Y qué diremos de las clases de inglés, francés o zumba. Todos conectados. El mundo entero en nuestras manos a golpe de tecleo.

Y por ahí han empezado mis males. Pues, incorporada en edad más que madura al cosmos digital, y tras manifestar en múltiples ocasiones mi oposición a estar todo el día colgada de las redes, hete aquí que malgasto mi tiempo, no solo en el guasap, sino también en Facebook y hasta en Twitter, sí. En donde lo mismo sigo a Iglesias que González Pons . ¡Qué cercanía de los líderes y qué gustito!

Mas sin duda por sobra de años, que no por mi falta de motivación, encuentro problemas irresolubles en la práctica de tan endemoniadas herramientas. Nunca, nuuuunca me rebajaré a considerarlas un fin en sí mismas. Entonces grito y digo tacos. El último sinsabor me lo está proporcionando el teclado y su endemoniado corrector. Si quiero escribir, por ejemplo, "Hola reina ¿cómo estás?", me sale "Bola reúna como estas", en vez de "¿Qué tal has pasado la tarde?", "Como gas Lázaro tardé" y si es algo más político tipo "Ada Colau se arrepiente", "Asa bolso aéreos". Y no es invención sino puro empirismo. Aparte de ese diabólico tü, siempre con diéresis.

He llegado a pensar que lo que le ocurrió a la poetisa catalana de la no blasfemia fue que el teclado le cambió coño por nombre y útero por cielo. Pero va a ser que no. Va a ser que ella, en nombre de la vida verdadera y no la virtual, escribió el poema de la vagina porque le salió de la misma.